

El jueves por la noche, TVE estrenó 7291, el documental que detalla la gestión que la comunidad autónoma de Madrid hizo de las residencias geriátricas durante la pandemia de la covid. La investigación se centra, sobre todo, en el punto álgido de la crisis, durante los meses de marzo y abril de 2020. En Madrid se calcula que murieron 9.470 personas internadas en residencias, pero la cifra que da título al documental hace referencia a los que no fueron derivados a centros hospitalarios cuando estaban muy graves. Murieron en circunstancias sanitarias muy deficitarias porque el protocolo del gobierno de Ayuso prohibió su traslado explícitamente.
7291 se emitió simultáneamente en La 2 y en el 24h. Podéis recuperarlo en la plataforma RTVE Play. Tiene una duración de dos horas y no es fácil de ver. No solo por el contenido devastador sino porque es una producción austera que prioriza la información por delante de las pretensiones televisivas. 7291 es pesado, pero desde la más absoluta conciencia de sus responsables. Y este es otro elemento que merece ser subrayado. En los créditos del programa solo constan dos nombres: José Camacho, montador musical, y Juanjo Castro, que firma como productor y director, y que se supone que ha hecho todo lo demás. 7291 es un documental en el sentido más estricto: quiere documentar, dejar constancia de unos hechos para que los ciudadanos puedan acceder a ellos. El resultado es un audiovisual que se limita a recopilar, ordenar y contextualizar los testimonios que participaron en la comisión ciudadana que investigó la gestión de los fallecidos en las residencias de Madrid después de que el gobierno de Ayuso detuviera la comisión oficial en la Asamblea de la comunidad.
El documental comienza por unos preliminares muy básicos para garantizar al espectador una información esmerada. Explica qué son las residencias, quién vive en ellas, qué características tienen, qué función desempeñan y cómo se gestionan. Es importante para entender sus circunstancias una vez estos centros quedaron aislados y sin posibilidad de acceder a una atención médica lógica e imprescindible. Se facilitan pruebas y datos que sostienen el relato de los participantes. Trabajadores de residencias, responsables técnicos de la pandemia y familiares de las víctimas ofrecen su testimonio. Muchas de las historias son demoledoras. "Se morían agarrados a las barandillas de la cama porque no podían respirar", afirma una trabajadora explicando el sufrimiento de los enfermos por culpa de no tener acceso a la morfina que les ayudara a apaciguar la agonía. Esporádicamente, se insertan imágenes de archivo de las intervenciones de Ayuso durante ese período, poniendo en evidencia no solo la pésima gestión sino la manipulación política para encubrir unos protocolos nefastos.
7291 es una bofetada dura de asumir y un documental muy delicado de ver para cualquier persona que sufriera la pérdida de un familiar en estos centros. Obliga a la reflexión y, sobre todo, nos recuerda a todos que es urgente y obligatorio replantear la gestión sanitaria en las residencias al margen de cualquier pandemia.