Noviembre de restricciones por la sequía si no llueve este mes

Un informe del Govern plantea tres escenarios si las reservas del sistema Ter-Llobregat no aumentan

El embalse del pantano de la Baells, en una imagen reciente.
ARA
08/10/2024
3 min

BarcelonaLos embalses de las cuencas internas de Catalunya están a un 27% de su capacidad y el último informe del Govern –el primero desde que Salvador Illa es presidente– no descarta que el sistema Ter-Llobregat pueda volver a la fase de excepcionalidad en noviembre. Esto ocurrirá si, como ha ocurrido en los dos últimos años, este otoño es seco y no llueve. Si caen algunos chubascos, esta decisión podría aplazarse hasta diciembre, según un estudio realizado por la Agencia Catalana del Agua (ACA).

El organismo ha vaticinado hasta tres escenarios distintos en función de las lluvias previstas para los próximos meses. Además del riesgo de volver a endurecer restricciones antes de finalizar el año si no llueve, el documento prevé que se pueda retroceder aún más con la declaración de la fase de emergencia en marzo del 2025. "Ciertamente, la primavera debería permitir una ligera recuperación de los volúmenes, pero se prevé volver a superar el umbral de emergencia hacia el siguiente en octubre", dice el informe al que ha tenido acceso el ARA.

Y aún más: a finales de 2025 se podría activar el escenario más restrictivo (la emergencia III) en el sistema que abastece a Barcelona, ​​el área metropolitana y algunas comarcas de Girona, si no llueve lo suficiente. "Si este año 2025 la primavera fuera más seca que otros años y no aportara recursos a los embalses, se estima que se podría entrar en emergencia II (66 hm³) en junio, llegando a finalizar el año 2025 en el umbral de la emergencia III (33 hm³)", añade.

Paquete de medidas

Sin embargo, el estudio de la ACA no tiene en cuenta el paquete de inversiones urgentes que la Generalitat ha previsto para el sistema Ter-Llobregat para el año 2025, que está dotado con 90 millones de euros. Para ganar los 3,8 hm³ extras al mes que quiere el ejecutivo, a partir del próximo año prevé que entre en servicio la ampliación de la potabilizadora de Trinidad, que debe incrementar la producción actual en unos 400 o 500 litros por segundo, lo que supone entre unos 12 y 15 hm³ anuales. Esta actuación tiene un presupuesto de 39 millones.

Entre otras medidas importantes destacan la activación de los nuevos pozos de Sant Joan Despí (1.300 litros por segundo y 30 millones) y la potabilizadora Estrella en Sant Feliu de Llobregat (800 litros por segundo y 33 millones). En caso de que no llueva, avisa el informe, todas estas medidas no podrán evitar la entrada en fase de emergencia del sistema, pero sí mejorarían las reservas.

A corto plazo el Govern tiene previsto mejorar la potabilizadora de Empuriabrava (con una inversión de 2,5 millones de euros) y la aportación de agua regenerada desde la depuradora de Figueres hasta el río la Muga (6 millones). De cara al próximo año, y también en el Alt Empordà, se activarán las desalinizadoras móviles de Roses (3,6 millones).

El impacto de las inversiones de 2025 se vería a principios de 2026, cuando casi la totalidad de las medidas ya estarían operativas. Si entonces se mantuviera la situación de sequía extrema, la aplicación de estas medidas supondrían una reducción significativa del ritmo de achique de los embalses.

De 2026 en adelante

Más allá de 2025, el calendario de la Generalitat fija que en 2026 la estación de regeneración de agua de Sant Feliu de Llobregat esté en servicio, y que aporte 400 litros por segundo gracias a una inversión de 5,5 millones de euros . También estarán terminadas las obras del nuevo tramo del acueducto entre Cardedeu y Trinitat, que pretende poner fin a los escapes al paso por Badalona. En cambio, para conectar las aguas residuales del Besòs con la depuradora del Llobregat, que aportará hasta 250 litros por segundo, habrá que esperar al 2028. La inversión prevista es de 20 millones de euros. Y la Generalitat enfría hasta el 2029 la posibilidad de ampliar la desalinizadora de la Tordera para que la producción pase de los 20 a los 80 hm³, por un coste de 290 millones de euros. También se construirá la desalinizadora del Foix (280 millones de euros y una capacidad de 30 hectómetros) y se activará la potabilizadora de Bon Pastor (1.000 litros por segundo por 120 millones).

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