Lluvias

El sobrecalentamiento del agua del mar puede provocar un otoño con fenómenos extremos en Cataluña

Las condiciones son favorables a los episodios de lluvias y aguaceros en nuestra zona del Mediterráneo

Los mapas auguran un otoño con nuevas lluvias y tormentas.
11/09/2024
3 min

BarcelonaSi tal y como indican los mapas nos llegan importantes atascos de aire frío en altura, el choque con el agua tan caliente del mar podría provocar temporales de lluvia con fenómenos meteorológicos extremos en cualquier punto de nuestra zona mediterránea. El choque de aire frío con el agua caliente del mar puede provocar la combinación perfecta en Cataluña este otoño.

El otoño meteorológico ha comenzado este mes de septiembre con lluvia y aguaceros, y el verano también nos dejó una importante DANA que a mediados de agosto provocó muchos estragos en Baleares. Unos episodios que han llegado puntuales, y todavía queda todo el otoño por delante, la época más lluviosa del año en gran parte del país y que cada vez está acompañada de fenómenos meteorológicos más extremos a causa de la crisis climática.

A pesar del paro habitual de las lluvias durante gran parte del verano, parece que desde la primavera hemos entrado en una racha lluviosa que los mapas indican que tendrá continuidad durante el otoño. Los últimos modelos meteorológicos estacionales publicados por la prestigiosa agencia norteamericana NOAA señalan que tanto en septiembre como en octubre y noviembre tendríamos la lluvia habitual o por encima de la media en Cataluña, pero también en Baleares y en la Comunidad Valenciana. Por el contrario, el modelo europeo rebaja las precipitaciones. Sin embargo, todos estos mapas deben tomarse con pinzas, ya que son orientativos ya muy largo plazo. En éste del modelo norteamericano se puede ver cómo nuestra zona mediterránea está teñida de colores verdosos y azules, indicadores de anomalías positivas de precipitación.

Hay que tener en cuenta que el agua del mar ha vuelto a calentarse mucho más de lo habitual este verano, e incluso se han alcanzado récords de calor marino en nuestro país. Si tal y como indican los mapas nos llegan importantes atascos de aire frío en altura, el choque con el agua tan caliente del mar podría provocar temporales de lluvia con fenómenos meteorológicos extremos en cualquier punto de nuestra zona mediterránea. Esto es lo que ocurrió a mediados de agosto en Baleares, con aguaceros devastadores que dejaron localmente más de 200 l/m² y récords de lluvia en un solo día.

Por tanto, podríamos decir que la DANA de este verano en el archipiélago y los aguaceros de principios de septiembre en Cataluña ha sido un aviso de lo que pueden ser capaces de provocar los temporales de este otoño. En esta época del año son habituales las tormentas y lluvias abundantes, pero el contexto de calentamiento global a causa de la crisis climática está extremando los fenómenos. Éste ha sido el verano más cálido desde que se tienen registros en Europa y el agosto más caluroso en España hasta ahora, según datos del programa europeo Copernicus y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), respectivamente. Tenemos el terreno bien caliente y preparado para vivir un otoño bien movido.

¿Pero por qué no hemos tenido grandes temporales en los últimos años si también ha hecho un calor extraordinario? La explicación la encontramos en que estos últimos tres años hemos vivido la peor sequía de la historia en nuestro país, y aunque teníamos todos los ingredientes para vivir grandes temporales, no contábamos con uno de los factores más importantes que parece que éstos meses sí tendremos: borrascas y aire frío en altura. Sin embargo, tuvimos algunas excepciones, como el fuerte temporal que castigó las Terres de l'Ebre a principios de septiembre del año pasado, con graves y extraordinarios chaparrones que dejaron más de 200 l/m².

Una gran oportunidad para los embalses

Si el otoño nos trajera las esperadas lluvias, los embalses de las cuencas internas recibirían un gran impulso. Las reservas han bajado del 37% de principios de verano a poco por debajo del 30% actual, algo totalmente normal durante los meses veraniegos. Los pantanos se mantienen un 6% más altos que hace un año gracias a las abundantes lluvias de la primavera. Por tanto, un otoño lluvioso podría confirmar la mejora de los embalses y quién sabe si empezar a ver la luz al final del túnel de la sequía. El agua es especialmente urgente en comarcas como el Priorat o el Baix Camp, donde las reservas están sólo en torno al 1%. Estos últimos días ya ha llovido con ganas en esa zona. Esperamos que sea el preludio de un otoño húmedo.

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