El análisis de Antoni Bassas: 'La comunicación plana del presidente Illa'

El problema es que un presidente lidera un país y dirige un gobierno, y esto no se puede hacer sin animar, persuadir y convencer. Estamos en una nueva etapa, y una nueva etapa pide un esfuerzo por sorprender y agradar.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, concedió ayer su primera entrevista a TV3. Fue a las 10 de la noche, hora de máxima audiencia. Hora para lucirse. Duró 50 minutos. Tiempo para explicarse. Pero acabaron siendo 50 minutos planes, que no han hecho portadas, y de donde solo cabe destacar el anuncio de que Illa desbloquea ampliación de El Prat. El Gobierno y el consejo de ministros español reactivarán hoy la mesa Estado-Generalitat que debe formular una propuesta para ampliar el aeropuerto de El Prat: “Este es un asunto esencial para Cataluña y la economía catalana, la mejora del aeropuerto Barcelona Josep Tarradellas Barcelona - El Prat. Justamente mañana, en el consejo ejecutivo llevaremos una propuesta de volver a convocar esta mesa técnica. Mi propuesta es escuchar a los técnicos. Y que desde un punto de vista técnico, nos digan que el aeropuerto debe mejorarse. Técnicamente deben decirnos cuál es la manera de poder mejorarlo para que acoja vuelos intercontinentales y, por tanto, seguiremos las cosas paso a paso”.

En una respuesta de treinta segundos, cuatro veces la palabra técnico o un derivado. Toda una metáfora del estilo de Isla. Ninguna explicación razonada, apasionada, convincente en Catalunya y en España de por qué el sistema de financiación que se ha acordado con Esquerra es justo o que ninguna autonomía debe asustarse por nada, que pueden ganar todas, que Catalunya está abriendo camino. Cada uno es cómo es, y del ahora presidente de Catalunya ya sabemos cuál es su personalidad. El problema es que un presidente lidera un país y dirige un gobierno, y esto no se puede hacer sin animar, persuadir y convencer. Estamos en una nueva etapa, y una nueva etapa pide un esfuerzo por sorprender y agradar. La audiencia de la entrevista fue una de las más bajas para un presidente de las últimas realizadas, un 11% de cuota (de cada 100 televisores encendidos, 11 vieron la entrevista), 189.000 espectadores, si sumamos TV3 y el 3/24.

Personalidad del presidente aparte, está bastante claro que para los socialistas catalanes, que hoy en día es tanto como decir para los socialistas españoles, se trata de recuperar el aliento después de 14 años de gobiernos nacionalistas e independentistas. Se trata de enviar señales al sistema político y económico español de que Catalunya está en manos confiables. Por tanto, poco ruido y un gobierno que mejore los servicios públicos. "Hechos y no palabras" que decía el gobierno de José Montilla. Lo que ocurre es que después, si las cosas van mal dadas, siempre se acaba diciendo aquello de “es que no hemos sabido explicarnos y nos ha fallado la comunicación”.

Buenos días.

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