El análisis de Antoni Bassas: 'Habrá que volver a salir a la calle'

Me parece que no nos va a quedar más remedio que volver a salir a la calle, porque es una decisión contra Puigdemont, pero contra todos nosotros. Los que nos manifestamos y cualquiera que quiera manifestarse en el futuro

Me parece que no nos va a quedar queda más remedio que volver a salir a la calle, porque la causa del Supremo contra Puigdemont por terrorismo es una decisión contra Puigdemont, sí, pero mucho más. Es contra Sánchez, es decir, contra un gobierno de izquierdas legítimamente constituido que los jueces no quieren porque aprobó a los indultos y quiere aprobar la amnistía. Es contra el independentismo catalán, es contra el derecho a salir a la calle a protestar y es contra el estado de derecho. Y es una decisión a favor de la revancha de la derecha española que siempre gobierna, también cuando gobierna el PSOE. Está a favor de un control de la justicia sobre la democracia heredero de la tradición franquista, que convierte la toga y las puñetas en la versión presentable del uniforme militar de hace 50 años. Porque todo el mundo sabe que si a Puigdemont le juzgan por terrorismo le condenarán por terrorismo. Lo sabemos todos. Y si lo sabemos todos, esto no es justicia.

La sala que preside Manuel Marchena ha escrito lo siguiente: “La afirmación que aflora en algunos políticos que sólo las acciones de ETA o de la yihad merecen ser tratadas como terrorismo es incompatible con la definición de terrorismo que se deriva del actual Código Penal”.

Dice que Puigdemont "hubiera podido evitar la lesión del bien jurídico retirando su apoyo

carismático". "Pero lejos de eso, animó a seguir en las acciones violentas que se desarrollaron con su conocimiento y consentimiento". O sea que para los magistrados que firman el texto, Puigdemont es uno de los "hombres traseros, que ordenan delitos" con mando autónomo pudiendo evitarlo".

Todos los que vivimos las manifestaciones de Tsunami sabemos que aquello no fue terrorismo. Y los que no estaban en las calles también. El profesor de derecho constitucional Joaquín Urías, andaluz, ha escrito:

“Leída la resolución del Tribunal Supremo sobre Puigdemont y Tsunami. Me resulta muy difícil entender jurídicamente la decisión. Tanta acumulación de insinuaciones, medias verdades y argumentos enrevesados ​​para acusar de terrorismo son impropios de un tribunal independiente y serio”.

Pero a la sala de Marchena le da igual dejar de ser un tribunal independiente y serio. Es el momento de Marchena, el momento de la revancha por los indultos. Por eso le ha comprado todos los argumentos a García-Castellón, que estuvo cuatro años con el sumario de Tsunami fallecido de asco en un cajón hasta que vio que vendía la amnistía y se inventó lo del terrorismo.

Se trata de impedir la amnistía, al menos para Puigdemont. Es un poder del Estado contra un hombre. Contra el presidente de la Generalidad. No pueden tolerar que Puigdemont vuelva a Catalunya sin haber sido juzgado ni encarcelado. Y menos porque quieren juzgar los hechos de protesta contra la sentencia que ellos mismos dictaron.

Sí, es un dos en uno: contra Puigdemont pero también contra Sánchez, y en un momento de debilidad del presidente español por el caso Ábalos. Pero esa causa por terrorismo es una causa contra todos nosotros. Los que nos manifestamos y cualquiera que quiera manifestarse en el futuro.

Buenos días.

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