El análisis de Antoni Bassas: 'Dos meses para que se decidan Isla, Puigdemont y Esquerra'

¿Es posible una repetición electoral? Ya lo creo, porque el PSC y Junts pueden pensar que les irá mejor en octubre (especialmente Junts, con Puigdemont haciendo campaña en casa) y porque el juego del culpable ya está listo

Hoy es un día más importante de lo que parece, porque ha empezado a correr el plazo para que tengamos presidente y Gobierno. El Parlament ha votado el acto equivalente a una investidura fallida, por lo que a partir de esta mañana los partidos tienen dos meses para llegar a un acuerdo, y si no nos enviarán a repetición de elecciones. ¿Es posible una repetición electoral? Ya lo creo, porque PSC y Junts pueden pensar que en octubre les irá mejor que como les fue en mayo (especialmente Junts, con Puigdemont haciendo campaña en casa) y porque el juego del culpable ya está a punto. Isla dirá que la culpa es de Puigdemont por no aceptar su derrota y de Esquerra por no haber aceptado que el independentismo ha perdido, Puigdemont le dirá a Isla que de nada sirve ganar si usted no puede construir una mayoría y que él va tener que hacer campaña desde el exilio, y Esquerra dirá que Illa no se ha movido lo suficiente para merecer los votos y que Puigdemont no había hecho los deberes de conseguir la abstención del PSC. Pero todo esto no tiene por qué pasar, porque por mucho que los partidos van siempre a lo suyo, saben que una repetición electoral es muy impopular.

Mientras, PSOE y PP han vuelto a hacer lo que han hecho toda la vida: repartirse el poder o, dicho más prestigiosamente, un pacto de estado. El sistema ha pactado, sí. Han sido necesarios cinco años y la mediación de la Unión Europea. De hecho, PSOE y PP han llevado tan lejos el desacuerdo que el pacto se firmó ayer por la tarde en Bruselas.

Al PSOE le va muy bien porque la amnistía y el caso de la mujer de Sánchez no harán tanto ruido, a Feijóo también le va bien porque marca territorio (un poco) frente a Ayuso y Aznar, que le decían que no pactara.

Ahora, lo que han despolitizado la justicia no se lo creen ni ellos. De hecho, el pacto de ayer son dos: han acordado la composición del actual consejo (10 propuestos por el PSOE y 10 por el PP) ya este nuevo consejo le han encargado que decida las normas de cómo se renovará el CGPJ en el futuro . Por tanto, la reforma no está terminada. La ambigüedad permite a los dos partidos justificar el acuerdo: el PP logra situar la terminología en el texto y el PSOE chuta el balón adelante y no se ata de manos.

¿Y Cataluña? El PSOE no ha ofrecido ningún magistrado a propuesta de Esquerra o de Junts, ni del PNV ni Bildu, el PP ha designado la letrada del Congreso que se opuso a la amnistía y una magistrada de la Audiencia de Barcelona que es la esposa del juez Llarena. El PSOE ha hecho entrar a Argelia Queralt, profesora de derecho constitucional en la Universidad de Barcelona, ​​letrada del Tribunal Constitucional e hija del senador de ERC y profesor de derecho Joan Queralt.

Buenos días.

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