De casi ser apuñalado cuatro veces por un simpatizante de Vox a recibir una multa de 2.000 euros por llamarlos fascistas
El juicio contra el ultra por un delito de amenazas con arma blanca arranca este lunes
BarcelonaEste lunes llega a juicio uno de los casos más surrealistas de todos los años de Procés. Se trata del caso de Xavi, un hombre de 53 años que el pasado 20 de julio, en plena campaña de las elecciones generales, fue atacado por un simpatizante de Vox en Terrassa, que será juzgado por un delito de amenazas con arma blanca. El ultra lo intentó apuñalar hasta cuatro veces después de que Xavi los llamara “fascistas” cuando pasaba por delante de la carpa que habían habilitado en pleno centro de la ciudad. La sorpresa llegó cuando el agredido fue multado por la policía municipal con 2.000 euros por un delito de odio. ¿El motivo? "Mostrar actitudes contrarias a la dignidad personal y comportamientos discriminatorios, especialmente de naturaleza xenófoba, racista, sexista u homófoba".
Xavi confiesa que es lo último que se esperaba. "Nunca hubiera imaginado que después de sufrir una agresión que podría haberme matado acabara yo multado", dice en conversación con el ARA. De hecho, en una de las tentativas, el ultra le rozó la parte izquierda de la cadera con la navaja, como consta en la denuncia que interpuso. La cosa no acabó peor porque el azar hizo que en ese momento pasara una patrulla de la policía municipal por delante de la Rambla Egara, donde se produjo el ataque, y pudo reducir al atacante.
Una hora después de poner la denuncia, el agente de la Policía Municipal que lo había atendido en la comisaría le llamó y le dijo que tenía que volver porque se había dejado unos papeles por firmar. Sin embargo, el trámite consistiría en entregarle la multa. "No sé por qué me han puesto la multa, pero yo creo que la policía debería ayudar a las personas que son agredidas y no multarlas", critica Xavi, que medio año después aún no lo entiende.
"Solo dije la verdad: Vox son unos fascistas"
Tras explicar que no conocía de nada al agresor, reitera que la sanción que le han puesto no tiene ningún sentido: "Yo no he cometido ningún delito. Solo dije la verdad y lo sigo diciendo: Vox son unos fascistas". La portavoz de Vox en Terrassa, Alicia Tomás, condenó los hechos el mismo día y aseguró que el detenido no era ni militante ni simpatizante de la formación y que de haber tenido alguna relación con el partido habría sido expulsado de inmediato.
Xavi ha presentado un recurso para que el Ayuntamiento de Terrassa, que no se ha presentado como acusación particular como le reclamó Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR) de Terrassa, le retire la sanción. Fuentes del Consistorio señalan que están pendientes de resolver el recurso.
Marc Ferrer, portavoz de la entidad, que el día de la agresión ya convocó una concentración de protesta frente al ayuntamiento, revela que a él también le pusieron una multa por el mismo motivo. "Hace cuatro años me sancionaron por lo mismo y me retiraron la multa a los dos años y después de tres alegaciones", critica el activista.
Ferrer atribuye las sanciones a la presencia de ultras en la policía local. "Hay algunas manzanas podridas dentro de la policía, algunos son simpatizantes de Vox porque este partido habla de temas que solo les pueden pasar agentes del cuerpo", expone mientras lamenta que otros se callen por "corporativismo". Este lunes UCFR y La Traca, la coordinadora antirrepresiva de Terrassa, han convocado una concentración de apoyo a Xavi a la una del mediodía ante los juzgados.