Justicia

Las bajas laborales en las cárceles se triplican

Traslado de los presos desde la antigua prisión de Tarragona al nuevo Centro Penitenciario Mas d'Enric.
29/12/2024
3 min

La edad media de los trabajadores de las prisiones catalanas ronda los 50 años. Es, pues, una plantilla envejecida, que no ha crecido mucho en los últimos años y que ve, desesperada, cómo el relevo generacional se hace con cuentagotas. Muchos de los trabajadores, los sindicatos calculan que unos 700, tendrían ya la edad para poder acogerse a un trabajo que evitara el desgaste, sobre todo físico, que supone el contacto con los internos, pero no hay suficientes plazas de este tipo y, por tanto, se mantienen activos en primera línea hasta la jubilación. Ésta es, según las fuentes consultadas, una de las razones que explicarían que desde el 2018 se hayan triplicado las bajas laborales entre los funcionarios de prisiones. Los datos, obtenidos a través de transparencia, llegan sólo hasta octubre de este año, y demuestran que en 2024 ha habido incluso más bajas que en los mismos meses de los años 2020 y 2021, que fueron los más fuertes de la pandemia y en los que, por tanto, hubo un alud de bajas.

Los datos son fríos y no muestran las razones de las bajas, lo que dificulta saber sus causas y también comprobar cuántas personas han encadenado varias bajas el mismo año o si es algo generalizado en el conjunto de la plantilla. Sin embargo, no se ve un patrón estacional claro, a diferencia de lo que constató el ARA al analizar las bajas laborales entre los docentes, y no parece que haya coincidencias en períodos como antes del verano o las vacaciones de Navidad. Sin embargo, estos datos sí ponen de nuevo la alerta sobre la situación interna que se vive en las cárceles catalanas, que ha ido cambiado en los últimos años sin que, como denuncian desde los sindicatos, se haya incrementado suficientemente la plantilla y, sobre todo , sin que se haya previsto un plan de relieve que permita que los más experimentados tengan tiempo de formar a los jóvenes. Los portavoces sindicales apuntan a un cambio en el tipo de delincuentes que hay ahora en prisiones, fruto, como es lógico, del aumento que ha habido en la calle de delitos más violentos y con utilización de armas. Así, ahora existen más presos violentos dentro, y los sindicatos recuerdan que este año ha habido una media de 50 funcionarios agredidos cada mes. Se han quintuplicado las agresiones, lo que está provocando, señalan, más bajas, que, además, se producen en parte porque los efectos de las agresiones son más graves entre los mayores funcionarios.

El asesinato de una trabajadora de la cocina de la cárcel de Mas de Enric el pasado mes de marzo marcó también un punto de inflexión. El miedo y la presión psicológica entre los funcionarios aumentó, lo que ha tenido efectos, aunque el aumento de bajas, según se desprende de las cifras, viene de más lejos y no parece corresponderse directamente con este hecho. Desde el departamento de Justicia explican que están estudiando los datos más a fondo para saber el motivo y al que afectan más, y aseguran que plantearán un plan para tratar de reducir el absentismo por baja, que cifra en un 12,85% diario a lo largo de ese año. Será importante que se haga, junto a un plan para estudiar las medidas necesarias para hacer frente al relevo generacional que, sin duda, deberá ser masivo en un futuro cercano a las cárceles catalanas.

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