Claves para sobrevivir en el reparto de las vacaciones de verano

En el departamento donde trabajo estamos teniendo problemas con el reparto de vacaciones porque todo el mundo quiere las fechas de agosto. ¿Quién debe tener prioridad?

Isabel, Girona

Habitualmente, el criterio para establecer la prioridad es el rango que se ocupa en la empresa o veteranía. Pero si te preocupa el bienestar del departamento y mantener un buen ambiente laboral, será más adecuado decidir en equipo para garantizar un cierto consenso a la hora de establecer prioridades. Puede hacer una votación de departamento en la que, sin considerarse a usted mismo, cada miembro del departamento escriba en un papel tres o cuatro nombres de otros compañeros que crea que se merecen tener prioridad a la hora de decidir las vacaciones. Los nombres de las personas más repetidos en la votación tienen mayor prioridad, y los que no han sido votados se sitúan al final de la lista por orden de veteranía o rango. Y sí, algunos votarán pensando en las necesidades de sus compañeros y otros en los intereses propios. Es el precio de la democracia. El criterio de voto es personal; la decisión final, consensuada.

Sin embargo, otra cosa es que puedas aplicar esta lógica de voto. Nuestra sociedad promulga el bien común, pero le cuesta practicarlo. Así pues, aunque queremos un buen ambiente de trabajo y decimos que buscamos crear equipo, habitualmente la preocupación por escoger las deseadas vacaciones delgada por encima de todo, y los que tengan miedo de quedar fuera de la lista irán en contra de éste sistema. Si esto se da, tendrás que desestabilizar temporalmente la armonía del departamento y luchar por imponer esta aproximación democrática. Identifica y moviliza a quien puede apoyar este sistema, busca coaliciones con otros departamentos, utiliza dosis de sátira y humor para desacreditar a tus oponentes y presiona a la dirección de la empresa para que se moje y adopte el sistema.

Sé que es una visión agresiva, pero puede funcionar. Ahora bien, si crees que tienes más que perder que ganar, te queda la vía de la resiliencia: aguanta y adáptate a lo que te toque con la mejor cara posible.