Colau adapta el plan de hoteles a las sentencias y permitirá más apartamentos turísticos en Ciutat Vella
El gobierno municipal llega a un consenso para desencallar el PEUAT pero el debate de las habitaciones turísticas sigue abierto
BarcelonaLos edificios proyectados para hacer apartamentos turísticos en Ciutat Vella que ya tenían licencia pero que quedaron bloqueados por la suspensión de licencias decretada por el gobierno de Ada Colau en 2017 se podrán acabar de construir y poner en marcha. Este es uno de los principales cambios en la nueva redacción del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), que hoy ha presentado el Ayuntamiento de Barcelona. Pero no es el único.
De hecho, el equipo de Colau se ha visto forzado a hacer retoques importantes al redactado porque, en los últimos meses, varias sentencias judiciales han tumbado aspectos clave del plan inicial. Así, el nuevo PEUAT –la herramienta que regula los alojamientos turísticos en la capital catalana– también incorporará un estudio económico y financiero que avale sus actuaciones. Esta medida da respuesta a la denuncia de los hoteleros, avanzada por el ARA, que alegaron que los planes de Colau no estaban basados en ningún estudio económico, y la justicia les dio la razón.
Además, también queda fuera de la reforma del plan el hecho de que los hoteles del centro tengan que reducir un 20% la oferta de plazas en el supuesto de que hagan reformas. "Esto solo se puede hacer a través de la ley catalana y no de un plan especial como el nuestro", ha admitido la teniente de Urbanismo, Janet Sanz, en la presentación del nuevo plan. La justicia también ha obligado a dejar fuera del texto la posibilidad de hacer pequeños hoteles (de unas 50 plazas, ha concretado Sanz) en calles de entre seis y ocho metros. Ahora solo se podrán hacer establecimientos en calles a partir de ocho metros de ancho.
Más allá de los cambios a los que obligaban las sentencias, las discrepancias entre los grupos que forman el gobierno municipal, los comuns y el PSC, y las alegaciones planteadas por asociaciones y gremios también han provocado modificaciones en el texto inicial de la reforma, presentado en enero. Una de las equipaciones con más confrontación eran los alojamientos de uso turístico.
Ahora en la nueva redacción se amplía el perímetro en el centro de la ciudad considerado como "zona de decrecimiento", y por lo tanto si se cierra un piso turístico en esta área, en el centro o en la corona inmediata (zonas 1 y 2 del PEUAT), no se podrá abrir otro en la misma área. También se elimina la bolsa de 46 licencias que se habían dado de baja durante este tiempo. Esta "vacante" de piso turístico no se podrá volver a abrir en ninguna parte.
La nueva regulación de alojamientos tampoco permitirá abrir más plazas turísticas en el 22@ y las residencias de estudiantes solo se podrán hacer en las zonas 3 y 4, y no en el centro de la ciudad.
Las habitaciones se regularán vía ordenanza
El punto más caliente de desacuerdo entre socialistas y comuns era el debate sobre el alquiler de habitaciones en hogares compartidos. Sanz se ha esforzado en destacar que "siguen prohibidas de forma generalizada" con alguna excepción: por ejemplo, que el propietario de un piso turístico lo dé de baja para vivir él y pida complementarlo con una habitación turística. Por lo tanto, la prohibición de alquilar habitaciones para fines turísticos para periodos inferiores a 31 días sigue vigente.
Ahora bien, el debate de las habitaciones no se acaba aquí. El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, y la teniente de Urbanismo, Janet Sanz, han aclarado que la coalición de gobierno "seguirá trabajando" esta cuestión a través de las ordenanzas municipales. Eso sí, ahora ya "sin prisas, con el PEUAT en marcha". "Una vez se llegue a un consenso y se transforme en una ordenanza revisaremos el PEUAT", ha aclarado Sanz.
Con todo, la puesta en marcha del PEUAT –que ahora se tendrá que aprobar en comisión y se espera que llegue al plenario municipal el próximo 23 de diciembre– es un paso adelante que entierra una parte de las tensiones entre los socios de gobierno. "La barra libre [en el tema turístico] es historia", ha asegurado Sanz, que ha explicado que con esta herramienta "se controla y se pone en la gestión pública la necesidad de equilibrar el turismo y hacerlo sostenible. "Tenemos que hacer que la ciudad se pueda visitar, pero también que se pueda vivir en ella", ha recalcado la teniente de alcaldía. "Nos hemos esforzado mucho para conseguir el consenso y ahora presentamos una herramienta útil para la ciudad", ha dicho Collboni.