COP26

Compromiso de los líderes globales para parar la deforestación en 2030

Más de 100 países, que representan el 85% de los bosques del planeta, prometen parar la práctica

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Deforestació al Amazonia. ANTONIO SCORZA/ AFP

LondresBastante más de un centenar de líderes mundiales se han comprometido en Glasgow a parar la deforestación del planeta en 2030, uno de los procesos que más contribuye al deterioro del medio ambiente. A la vez, 30 instituciones financieras, que movilizan un total de 9 billones de dólares en activos, entre otros los fondos de inversión Aviva y Schroders, se han comprometido igualmente a eliminar la práctica de sus portafolios y a no darle ningún tipo de apoyo económico a partir del año 2025.

El de este martes es el primer gran anuncio de la COP26, que intenta añadir gotas de optimismo después de una jornada inaugural en la que se oyeron graves toques de alerta, como el del secretario general de la ONU, António Guterres, ante el impacto del calentamiento global sobre el planeta. En las próximas horas, y liderado por los Estados Unidos y la Unión Europea, también se hará público un pacto internacional para reducir al 30% las emisiones de gas metano, responsable del 25% del calentamiento del planeta. Del hecho de que las promesas hechas en la COP26 queden en algo más que titulares que permitan tildar de éxito la cumbre solo se podrá tener constancia de aquí unos años.

La humanidad inyecta casi 42.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera anualmente. La inmensa mayoría es fruto del uso de combustibles fósiles, pero una parte sustancial, alrededor del 16%, se deriva de cómo se utiliza la tierra. Y la gran parte de las emisiones de la utilización del suelo es causada por la deforestación, especialmente en los trópicos. La tala indiscriminada de árboles contribuye al cambio climático porque agota los bosques que absorben grandes cantidades del CO₂ del gas que se calienta. El texto de la declaración indica que los estados firmantes "trabajarán colectivamente para parar y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para el año 2030, a la vez que se ofrece un desarrollo sostenible y se promueve una transformación rural inclusiva".

Justin Adams, director ejecutivo del Tropical Forest Alliance, ha asegurado que el nivel de las promesas supondrían "un punto de inflexión" en la deforestación del planeta. "Miraremos atrás y podremos decir que aquí es donde empezamos a cambiar el rumbo". Con anterioridad, en 2014, se firmó un compromiso parecido en Nueva York, con muchos menos gobiernos implicados. Pero la iniciativa acabó en fracaso. El acuerdo, que el gobierno británico, anfitrión de la cumbre, califica de "primer y significativo paso" de la COP26, incluye la firma de los líderes de los países que poseen más del 85 % de los bosques del mundo: entre otros, el Brasil de Bolsonaro, Indonesia, Colombia, la República Democrática del Congo, Canadá o los Estados Unidos.

A pesar de que Brasil está entre los firmantes, bajo la presidencia de un Jair Bolsonaro que no ha asistido presencialmente al encuentro ha aumentado considerablemente la deforestación. Aun así, en abril se comprometió a pararla para 2030, pero poco antes de recortar el presupuesto para cuidar del medio ambiente.

Apoyo financiero

Más allá de la declaración inicial de buenas intenciones, todavía no se ha concretado cómo se velará por el cumplimiento del pacto. La letra del compromiso también asegura que habrá un apoyo financiero internacional de 16.550 millones de euros de fondos públicos y privados. En concreto, doce países donantes se han comprometido a proporcionar 10.350 millones de euros de financiación pública entre 2021 y 2025. Este dinero tendría que apoyar a la acción de los países en desarrollo, incluida la restauración de tierras degradadas, la lucha contra los incendios forestales y la promoción de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Además, once países y donantes filantrópicos también aportarán inicialmente 1.300 millones de euros para proteger los bosques de la cuenca del Congo. Esta es la zona donde está la segunda selva tropical más grande del mundo, de vital importancia para conseguir disminuir los gases de efecto invernadero desde el punto de vista global, así como para el desarrollo sostenible en la región. Finalmente, catorce países y más donantes también han ofrecido un mínimo de 1.500 millones de euros entre 2021 y 2025 para promover los derechos de tenencia forestal de los pueblos indígenas y las comunidades locales, y apoyar a su papel como guardianes de los bosques y la naturaleza. El resto de las cantidades comprometidas, 6.200 millones de euros, tendrían que salir de financiación del sector privado.

Comercio justo y sostenible

Otro de los aspectos que considera el nuevo acuerdo es una nueva declaración sobre comercio forestal, agrícola y de primeras materias y productos básicos. Lo han subscrito 28 gobiernos, que representan el 75% de estos intercambios que, con la extracción, pueden amenazar a los bosques. La declaración forma parte de una hoja de ruta diseñada para garantizar un comercio sostenible y reducir la presión sobre los bosques, incluido el apoyo a los pequeños agricultores y la mejora de la transparencia de las cadenas de suministro.

Además, diez de las empresas de logística más grandes del mundo, que gestionan más de la mitad del comercio mundial de productos básicos clave que pueden poner en peligro a los bosques, como el aceite de palma o la soja, han anunciado que para la COP27, que tendrá lugar en Egipto, establecerán un plan compartido encaminado a conseguir el objetivo de los 1,5 grados del Acuerdo de París.

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