Justicia

Un día de guardia en el turno de oficio: “El mito de que no trabajamos bien es falso”

Abogados alertan de que la precariedad amenaza el relevo de un servicio que garantiza el acceso a la defensa mientras la demanda no deja de crecer

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Una mujer sostiene un cartel durante la concentración de abogados del turno de oficio este viernes en la plaza Sant Jaume por el día de la justicia gratuita

BarcelonaLa abogada Míriam Cabello podría prescindir económicamente de su trabajo en el turno de oficio. Le bastaría con los clientes que recibe en su despacho. Si lo sigue haciendo es, en parte, por vocación, ya que este servicio garantiza el derecho de defensa a las personas con menos ingresos, y porque le permite llevar causas distintas de las que suele defender en su despacho, normalmente más relacionadas con delitos económicos. Sin embargo, a diferencia de ella, en el último año unos 350 abogados en Catalunya acabaron desentendiéndose de este servicio de justicia gratuita. Los motivos –compartidos por el Consejo de la Abogacía Catalana (Cicac)– son la precariedad y las malas condiciones profesionales con las que se ejerce. "Es un trabajo que debe existir; alguien debe hacerlo y pagarlo. Lo que no puede ser es garantizar derechos a base de pagar miserias a los que hacemos el trabajo", afirma Cabello.

Según las tarifas que acuerdan la Generalitat y el Cicac, los abogados de oficio cobran 178 euros por hacer una guardia de 24 horas, 78 euros por asistir a un detenido y 199 euros por defenderle en un juicio penal, por ejemplo. Y eso siempre que ejerzan en Barcelona, ​​porque en muchos de los juzgados pequeños del país la disponibilidad durante una guardia no se remunera, solo las asistencias que puedan realizar durante estas horas. Al margen de la diferencia entre estas tarifas y la media de los honorarios que cobrarían en un servicio privado, Cabello dice que lo que más le "quema" es que haya "actuaciones que no se cobran" porque no están reconocidas en los módulos de la Generalidad y el Cicac. El último convenio es de 2023 y este año no se ha renovado por falta de acuerdo entre ambos órganos. Antes que aceptar una mejora de mínimos, el Cicac prefirió esperar unos nuevos presupuestos de la Generalitat que nunca llegaron.

Ahora, el Consejo de la Abogacía reclama aprobar otros 21,5 millones de euros para el turno de oficio, pero el departamento de Justicia descarta cambios mientras el Gobierno esté en funciones. Fuentes de la conselleria aducen que el pasado año ya se hizo una inversión de 7 millones de euros, la mitad del valor de la inversión de la última década, y que la del turno de oficio fue la partida que más creció. También señalan que Catalunya es la comunidad que más invierte en este servicio y calculan que la Generalitat debería recibir unos 10 millones en tasas judiciales que administra el Estado.

Con todo Cabello desgrana uno de los problemas al que se enfrenta la justicia gratuita y que ha desencantado a muchos profesionales de la abogacía: si una actuación no se puede hacer porque, por ejemplo, el testimonio a quien se debe tomar declaración no es ha presentado, sólo cobrará si finalmente se llega a hacer. "Cobramos lo mismo si la declaración se hace a la primera o si hay que ir 10 veces", critica insistiendo en la inversión de tiempo que supone. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido durante su última guardia, a la que le ha acompañado el ARA. Cabello comenzó la jornada a las 9.30 horas en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Les Corts. El hombre al que iba a asistir, investigado por un delito de obstrucción a la justicia, no se ha presentado. Ella sí, pero no cobrará nada porque la actuación no ha llegado a realizarse. Además, añade que tampoco cobrará ese desplazamiento ni el resto que hará durante el día. Aún tendrá que pasar por la Ciudad de la Justicia, volver a Les Corts para atender a otro detenido y asistir a otro a la comisaría de Ciutat Vella.

Una guardia en el juzgado

Tras la plantada por la mañana, la abogada debe estar en los juzgados a las 10.40 h para un juicio rápido a un hombre al que pillaron conduciendo sin carnet. La abogada ha cerrado un acuerdo en el que el cliente reconoce la falta y se compromete a realizar trabajos en beneficio de la comunidad como condena. Mientras el juzgado plasma este acuerdo en una sentencia, dos plantas más arriba, Cabello atiende a otro hombre que le espera para su enésimo juicio para conducir el camión de la empresa familiar, aunque un juez ya le había retirado el carnet . La fiscal pide siete meses de cárcel y comisar el vehículo, que nunca podría recuperar. Durante unos minutos la abogada ha negociado un acuerdo para lograr que su cliente no acudiera a prisión, pero, conociendo los antecedentes del acusado, lo máximo al que cede la fiscal es pactar tres meses de cárcel y que el hombre pueda conservar el camión. Cabello plantea al afectado la opción de aceptar el acuerdo o ir a juicio y jugársela a pasar más del doble de tiempo en prisión. Él, tras consultar con su familia, resuelve que "lo importante es el camión", porque les garantiza el trabajo a todos, y acepta el acuerdo.

Cabello está aún por esperar la sentencia de conformidad que ha cerrado con el primer acuerdo de la mañana. Aprovecha la salita para abogados en la zona de los juzgados de guardia. En torno a una mesa redonda, y en un sofá de dos plazas, hay unos siete abogados que hoy también están de guardia en el turno de oficio de Barcelona. En esta demarcación, que engloba a varios municipios, hay unos 3.000 abogados de oficio que realizan, en total, casi 400 actuaciones diarias, según los datos que ha publicado el Icab este viernes con motivo del Día de la Justicia Gratuita. En la sala, los abogados comentan el último cambio en el mecanismo para cobrar sus servicios: ya no podrán justificarlos con la citación a una vista oa un juicio futuro, sino que tendrán que esperar a que se celebre y facturarlos después . Calculan que esto les supondrá cobrar las actuaciones de media un año más tarde de lo que lo hacen ahora.

En cambio, tanto la conselleria como el Cicac aclaran que este cambio no implica realizar menos pagos, sólo aplazarlos hasta que se haya acreditado que se ha llevado a cabo la actuación; una decisión en la que ha influido el colapso en la justicia, que cada vez alarga más la fecha del juicio, y que para la administración suponía adelantar dinero durante meses o años. Algunos de los letrados en la sala creen que "haría falta una huelga", y otros lamentan que son un colectivo "difícil de unir". Volviendo a sus condiciones, otro critica: “Hay un mito sobre que el abogado de oficio es malo. No, sabemos hacerlo. Pero debemos hacerlo sin recursos”.

Menos abogados dispuestos

Cabello teme que estas condiciones puedan disuadir a abogados jóvenes de dedicarse al servicio de justicia gratuita y comprometer el relevo generacional. Dice que entre sus compañeros la edad media supera los 50 años. Y los datos del Cicac publicados esta semana no invitan al optimismo: el año pasado las inscripciones en el turno de oficio cayeron un 5% hasta "niveles insólitos desde hace 13 años", pese a que las asistencias aumentaron un 2,3%. Este servicio debe impartirse a través de los abogados colegiados de cada demarcación, y por ahora los que quieren participar son suficientes para que, si otro letrado es reacio, no se vea forzado.

Cabello y otros profesionales consultados por el ARA que siguen en el turno de oficio se plantean dejar –o ya lo han hecho– alguno de los turnos especializados. Coinciden en citar el turno que atiende a víctimas de violencia machista, que desde hace unos tres años garantiza la asistencia en un margen de una hora y cubre el acompañamiento de un abogado desde el momento de presentar la primera denuncia en comisaría. En concreto, este turno (que está desglosado en defensa de agresores y atención a víctimas) es el que más ha crecido en los últimos meses en la demarcación de Barcelona. Según datos del Icab, entre enero y junio se realizaron 5.478 actuaciones, un 43,93% más que en el primer semestre del año pasado.

Una abogada explica al ARA que se dio de baja de este turno, por lo que es necesaria formación específica para acceder, porque se le hacía inasumible la dedicación que requiere. De entre los últimos casos que trajo, recuerda al de una mujer en cuyo nombre debía denunciar a su ex, que reiteradamente se saltaba la orden de alejamiento. "El turno de víctimas es colgarse medallas a nuestra costa", critica otra abogada. "Acompañar a denunciar a comisaría supone unas tres horas. Al día siguiente, las víctimas deben ratificar la denuncia en el juzgado, y un porcentaje muy alto se echan atrás. Si esto ocurre, no cobramos nada por la asistencia", explica la letrada, que valora dejar ese turno especializado.

"Vueltos a una jubilación ridícula"

Cabello alerta sobre un aspecto que lleva tiempo preocupando a la profesión. Cree que "muchos abogados están abocados a una jubilación ridícula a pesar de trabajar durante 40 años al turno". Recuerda un caso que también guardan en la memoria algunos de sus compañeros abogados que están en la misma sala: "He tenido durante 30 años a una compañera de guardia hasta el año pasado que falleció, con 92 años. Esto significa que cuando empezó ya tenía apenas la edad de jubilación y lo hizo porque tenía una pensión de 300 euros".

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