El doble castigo a los catalanes que Óscar Puente ignora


El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha protagonizado este miércoles una desafortunada intervención en el Congreso de los Diputados cuando, ante las quejas de los partidos independentistas sobre el caos en Cercanías que están provocando las diferentes obras que se están haciendo, ha respondido con aires de suficiencia y cero empatía hacia los ciudadanos que sufren las consecuencias: "Explíquenos qué prefieren ustedes, que cortamos [las líneas de tren] y trabajamos o que trabajamos, mientras prestamos el trabajo;
Lo que estas palabras de Puente no tienen en cuenta, sin embargo, es el doble castigo. Primero por los años de desinversión que han ido deteriorando el servicio hasta límites inimaginables y que han convertido a este problema en un fenómeno crónico. Y, en segundo lugar, porque ahora se obliga a los ciudadanos a pasar unos años con un servicio aún más deficiente con la excusa de que se están haciendo las obras que deberían haberse hecho hace muchos años. Lo que debería hacer Puente es pedir disculpas y adoptar una postura más humilde, ya que los catalanes no tienen culpa alguna de que los sucesivos gobiernos del PP y el PSOE (sí, también del PSOE) hayan incumplido de forma sistemática sus promesas de inversiones ferroviarias, ya que una puesta a punto cuando tocaba de las infraestructuras habría evitado.
Hace unos meses, Foment del Treball presentó un estudio en el que cifraba en 42.000 millones de euros el déficit en infraestructuras que ha sufrido Catalunya entre el 2009 y el 2023. ¿Cuál es el origen de este agujero negro? Pues la respuesta la encontramos en un estudio del Airef que afirmaba que entre 1990 y 2018 Adif invirtió 56.000 millones en las líneas de AVE y sólo 3.700 millones en las Cercanías de toda España. De hecho, de esos 3.700 millones, el 47% fueron a parar a Madrid y sólo el 17% a Catalunya. Los ciudadanos no son los responsables de que unas prioridades de inversión equivocadas hayan provocado el desastre actual. Por eso no se les puede regañar, como parece hacer el señor Puente, por quejarse por las incidencias que provocan las obras. Se puede pedir paciencia y comprensión, pero antes deben ponerse todos los recursos posibles a ofrecer una alternativa.
También el gobierno de Salvador Illa debe ser extremadamente cuidadoso y levantar la voz cuando sea necesario ante el ministerio y Adif, ya que su misión es defender los intereses de los ciudadanos que sufren los retrasos como una losa. La consellera de Territori, Silvia Paneque, admitió este miércoles que el servicio es "frágil, poco fiable y tiene carencias". Esta afirmación es un buen inicio porque reconoce la situación, pero también plantea dudas sobre cuál ha sido la responsabilidad histórica del PSC en esta cuestión y si ha sido contundente en la demanda de una mayor inversión para Catalunya cuando ha gobernado el PSOE. Ahora tienen oportunidad de demostrarlo con hechos.