El origen del vino de la DOC Priorat clava las raíces en la época ibera, pero fueron los monjes cartujos quienes implementaron unos conocimientos y técnicas de la viticultura que arraigaron con fuerza y que han evolucionado a lo largo de los siglos. Los dominios de la Cartuja configuraron el llamado Priorat histórico, que hoy coincide con la región vitivinícola de la DOQ Priorat.
El topónimo Priorat está fuertemente ligado al concepto del vino desde hace siglos. La suma del suelo, el clima, la orografía y la labor de los hombres y mujeres que han trabajado el vino de la DOQ Priorat siguiendo las técnicas de una tradición milenaria con la ayuda hoy de una tecnología adaptada a los requisitos de la calidad, han dado un producto auténtico y exclusivo.
El cultivo del viñedo está distribuido en altitudes que van desde los 100 metros sobre el nivel del mar hasta los 750. Desde las partes bajas de los términos de Bellmunt del Priorat y el Molar hasta las partes altas, en los términos de la Morera de Montsant y Porrera. La orografía del cultivo se caracteriza por tener pendientes que superan el 15% de desnivel en la gran mayoría de los casos, aunque se pueden encontrar algunas fincas que alcanzan un desnivel del 60%.
La geografía salvaje de esta zona hace que se tenga que cultivar el viñedo en laderas, algunos de los cuales no permiten un acceso mecánico. Por eso se trabaja con las formas más tradicionales de cultivo. El paisaje que generan estos viñedos es uno de los rasgos característicos del Priorat.
La DOQ Priorat está formada por 116 bodegas y 2.196,8 hectáreas de cultivo de vid. En Catalunya, en total, se producen 340 millones de botellas de vino –90 millones de vino tranquilo y 250 espumoso–, un 50% de las cuales se comercializan en Catalunya. El resto se comercializan en España y en el exterior –principalmente en Reino Unido, Suecia, Alemania y Estados Unidos.
Además de la DOQ Priorat, Cataluña dispone actualmente de diez denominaciones de origen más de producción de vino, aparte de la DO Cava: Montsant, Tarragona, Terra Alta, Cuenca de Barberá, Penedès, Cataluña, Costers del Segre, Empordà, Pla de Bages y Alella.
La Ruta del Vino por el Priorat
El Priorat y su historia tienen un fuerte vínculo con el mundo del vino, pero el Priorat es también una constelación de pequeños pueblos con encanto, una red infinita de caminos, el Parque Natural de la Sierra de Montsant, el espacio protegido de la Sierra de Llaberia, ermitas y museos que hablan de un pasado eterno, yacimientos antiguos, rutas del aceite, rutas del vino, rutas con coche o rutas en bicicleta de montaña.
La DOC Priorat la forman 26 municipios. La comarca del Priorat engloba esta denominación de origen y también la DO Montsant. De hecho, la oferta enoturística la realizan las dos denominaciones de origen conjuntamente. De las 62 bodegas que se pueden visitar en la comarca, 42 son de la DOQ Priorat y, además, hay hasta 99 establecimientos hoteleros, 43 restaurantes y hasta 19 empresas de actividades de ocio relacionadas con la Ruta del Vino del Priorato.
El enoturismo en Cataluña
Detrás de cada botella que se produce en Cataluña hay un universo que se muestra destapándola. Y al probarla, te revela su carácter franco, la naturaleza del paisaje en el que ha nacido, la personalidad de quien la ha forjado y el espíritu de quien la ha hecho crecer.
Viajar por todos los rincones del país, evocar paisajes, escuchar a personas, sumergirse en su historia y compartir un legado milenario, entender sus orígenes, empezar una botella, sentir el viaje y saborear la vida: esto es l experiencia del enoturismo en nuestro país.
En total, Cataluña dispone de más de 300 bodegas visitables. Te abren las puertas de su casa para que pruebes sus especialidades y, a la vez, conozcas el contexto histórico, social y cultural, que convierte nuestra casa en un destino enoturístico único.
En estas más de 300 bodegas, y también en las de la DOQ Priorat, podrás conocer desde la llegada del cultivo de la viña a nuestro país hasta el centenar de bodegas cooperativas de estilo modernista –conocidas como catedrales del vino–, las barracas y los lagares de piedra recuperados en medio de los bosques, los museos de la vida campesina, las fiestas tradicionales dedicadas al vino que todavía se conservan y las grandes bodegas del país que se levantan como símbolos contemporáneos de la importancia del vino en la gastronomía catalana.
Y es por eso que podemos decir que en Cataluña el vino es cultura.
Espacio Amparo Molinero: DOQ Priorat
El magnífic Priorat dels magnífics
Hace mil años que se hace vino, en el Priorat, siempre se ha hecho, pero cuando los monjes cartujos llegan con la sabiduría vinícola aprendida en la Provenza, y arraigan, todo cambia. Mirar abajo y mirar hacia arriba. Espíritu y vino. Así es el vino de Priorat. Cielo y tierra. Terrazas, laderas, pendientes cuarteadas de pizarra, que obliga a hacer una viticultura extrema; manos y pies, ningún motor. Es una desgracia y es una bienaventuranza. Este paisaje único en el mundo da al mundo unos vinos únicos. Es también la única denominación de origen calificada de Cataluña y una de las dos, junto con La Rioja, de España. Es la DO donde hacen vino algunas de las mujeres y hombres que admiro más del mundo. Salivo, escribiendo.
Se ha explicado mucho. Llegaron "los cinco magníficos" y cambiaron la historia. Los viticultores y las viticultoras de hoy le están volviendo a cambiar. El Priorat es la garnacha y la cariñena, el coupage mítico, pero el Priorat, hoy, también es el grandioso momento de los blancos. El Priorat es una de las cuatro regiones del mundo que Pitu Roca destaca, en su bodega. El Priorat "es casa".
