Así hace de madre

Ruxanda Ghemis: "Dormir separados era un caso de supervivencia"

Publicista, experta en marketing y madre de Leo, de 2 años. Además, espera a un segundo hijo. Dirige la empresa Always Events y publica 'Maternidad sin filtro. Las luces y sombras en mi historia como madre primeriza' (Ediciones B). En Instagram comparte contenidos sobre 'parenting' en @ruxandaghemis.

Ruxanda Ghemis
29/12/2023
3 min

BarcelonaAl principio es todo tan desconcertante y más aún cuando te encuentras a un bebé que tiene problemas para adaptarse, que llora mucho, que duerme poco. Y entonces ves a otras familias que tienen la criatura dentro del cochecito y que están todos tan tranquilos comiéndose una sartén. En cambio, tú y tu marido están desbordados, uno cogiendo al niño que no para de llorar y el otro tragando la comida lo más rápidamente posible mientras toda la gente del restaurante te mira.

Y, además, cabreados entre vosotros.

— En las primeras semanas parecíamos el perro y el gato. Que si yo he cambiado tres pañales. Que si yo he cambiado ya cuatro. Pues yo esta noche he estado dos horas andando pasillo arriba y abajo. Vivíamos esa tensión de competir para ver quién había hecho más. Hasta que entendimos que teníamos que ir juntos, teníamos que ir juntos en una misma dirección que era cuidar a nuestro hijo, que era el fruto de nuestro amor. Que no podíamos estar compitiendo para ver quién conseguía el título de madre o padre del año.

Realmente, un hijo pone a prueba a las parejas.

— Hasta que la criatura no está fuera de tu barriga no eres consciente de todo lo que tendrás que sacrificar en la relación de pareja. Por eso es importante encontrar un rato para mimar al otro, o para tener una conversación profunda más allá de los temas relacionados con el hijo, dar un abrazo de apoyo en el momento justo.

Un día se plantea dormir separados.

— Por pura desesperación. Antes de ser madre, cuando oía decir que una pareja dormía por separado pensaba que de ningús modo nos pasaría, que qué sería de nosotros si lo hiciéramos. Pero cambié de opinión. Al cabo de una semana ya nos habíamos organizado en turnos de tres horas para atender a la criatura. Y todavía ahora, dos años y medio después, nos organizamos así. Al final es un tema práctico y todo lo que necesitábamos era descansar. No poder dormir seguido fue muy duro para mí.

Ahora esperas el segundo hijo. ¿Lo harás igual?

— De nuevo, será un caso de supervivencia. Como ahora mismo dormimos con el niño, supongo que cuando nazca el segundo cada uno dormirá con uno de nuestros hijos. Ahora, también te digo que a veces me pregunto cuándo podré volver a dormir tranquila con mi marido. ¿Llegará ese día? Pero también quiero decirte que todo esto que hemos pasado no lo cambiamos por nada. Tenemos muy claro que todo son etapas de la vida y que ahora nos toca exprimir ésta. Nos encanta dormir cerca de nuestro peque.

¿De qué hábitos domésticos te sientes más orgullosa?

— De los que hacen referencia al dormir y la comida. Antes de ser padres casi siete días a la semana comíamos fuera o con take aways. Ahora he tenido que realizar un máster en alimentación, sobre qué tipo de alimentos introducir y cuáles no y de qué manera. Me parece muy interesante y también maravilloso que podamos disponer de tanta información. Ahora, también quiero decirte que no soy la madre perfecta y que alguna noche la resolvemos con nuggets o patatas fritas.

¿Y sobre dormir?

— Nos costó mucho que durmiera horas seguidas y solo. Así que hicimos una asesoría sobre el sueño, leímos libros, miramos blogs, de todo para poder aprender y mejorar. La verdad es que de momento no nos ha salido demasiado bien, pero lo seguimos intentando.

En el libro hay una idea que me gusta, que hay que celebrar pequeños grandes logros. ¿Cuáles son los tuyos más recientes?

— Ahora estamos viviendo con nuestro hijo una etapa muy tierna, que hace que se me ponga la piel de gallina. Ahora, con dos añitos y medio ya empieza a hablar, empieza a ser pícaro, ya muestra su carácter de personita mayor. Ayer lloré y reí de emoción viendo las cosas que decía. Es que, realmente, la maternidad es muy dura, pero tiene tantísimos momentos gratificantes que llena tu corazón hasta arriba.

¿Qué te preocupa ahora mismo?

Si sabré amar por igual a mi segundo bebé. Me preocupa también si podré seguir dedicando al hijo mayor el tiempo que le estoy dedicando ahora. Me rompería el corazón que me necesitara y que no pudiera atenderle porque estoy con el pequeño. Me siento alegre y estoy segura de que moriré de amor cuando los vea a ambos juntos, pero ahora mismo estoy cagada de miedo. No sé si sabré hacerlo.

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