Un estudio afirma que la concentración de más del 30% de inmigrantes en el aula perjudica los resultados
Que el centro sea público, concertado o privado no afecta por sí solo la adquisición de competencias, según el informe, elaborado por el Observatorio Social de La Caixa
En los centros educativos con más de un 30% de alumnos inmigrantes empeoran los resultados de los estudiantes autóctonos, y donde los estudiantes extranjeros superan el 40% también se resienten las puntuaciones de los mismos inmigrantes. Así lo indica el estudio 'La adquisición de competencias en estudiantes autóctonos e inmigrantes', del Observatorio Social La Caixa, hecho por el catedrático de economía aplicada de la Universidad de Barcelona Jorge Calero y el profesor de la misma materia Josep Oriol Escardíbul y basado en las pruebas PISA a alumnos de 15 años hechas en 2012.
Mientras el porcentaje de inmigrantes de un centro educativo se mantiene por debajo del 30%, la puntuación en las pruebas PISA no varía ni entre alumnos autóctonos ni en inmigrantes -es de 492 y 439 puntos, respectivamente. A partir del 30% de concentración los resultados de los autóctonos bajan a 481, y al 40%, los resultados de los alumnos de origen inmigrante descienden a los 418 puntos. El estudio también destaca "la falta de significatividad" de la titularidad del centro. Descartando las diferencias que se explican por otras razones, como la concentración de inmigrantes, "los resultados de los centros privados concertados y privados independientes no son significativamente diferentes de los de los centros públicos".
El estudio indica que este umbral del 30% "ha ido aumentando en los últimos años, por lo que esto nos permite ser optimistas ante la mejora gradual de los procesos de integración del alumnado inmigrante en el sistema educativo español". Escardíbul ha explicado que el porcentaje de inmigrantes vinculado a la bajada de resultados era del 10% en las pruebas PISA de 2003, y del 20% a las de 2006. Los autores reclaman "alguna acción de política educativa" que se debería emprender cuanto antes, "como una distribución más equilibrada de los alumnos inmigrantes entre los centros para mejorar el rendimiento académico tanto de los alumnos de origen autóctono como el de los propios inmigrantes".
El informe delata "diferencias importantes entre los resultados de los alumnos autóctonos y los de origen inmigrante". También indica que estas diferencias se reducen entre los inmigrantes de primera y segunda generación. Estos últimos, que ya han nacido en España, se distancian menos de los alumnos autóctonos, "especialmente en el caso de las matemáticas y las ciencias". En comprensión lectora, el conjunto de inmigrantes "obtiene resultados prácticamente idénticos". La diferencia se explica porque los inmigrantes de segunda generación "ya no tienen que salvar los obstáculos ni las dificultades que acompañan la migración".
La principal diferencia de puntuación entre alumnos inmigrantes de primera generación y autóctonos no la causa la inmigración en sí. En el caso de las matemáticas, por ejemplo, hay 55 puntos de diferencia entre unos y otros. Pero 38 de esos puntos se explican por las diferencias en las características personales, familiares y escolares de los alumnos. "La condición de inmigrante sólo cuenta 17 de los 55 puntos que los separan de los autóctonos", dice el estudio.
Los alumnos inmigrantes tienen características que los sitúan en una posición inicial de "desventaja" respecto de los autóctonos. El estudio destaca, por ejemplo, factores como la disponibilidad de libros en casa, un indicador indirecto del nivel de recursos culturales de la familia. Así, muestra que sólo el 14,5% de alumnos inmigrantes dispone de más de 100 libros en el hogar, mientras que en el caso de los autóctonos este porcentaje llega al 47,5%. Además, los alumnos de origen inmigrante van a parar precisamente a centros con más inmigrantes.
"Los resultados más bajos que obtienen los alumnos inmigrantes se relacionan, en gran medida, con su origen socioeconómico y cultural, y las condiciones específicas de su escolarización, que los sitúan en una posición peor de partida en comparación con los alumnos autóctonos", indica el informe. Sin embargo, hay "un margen de puntos" que sí está "directamente relacionado" con la condición de inmigrante: 17 en el caso de los de primera generación (un tercio de la diferencia) y 13 en los de segunda generación (un 38% de la diferencia).