Un estudio profundiza en el retablo de Banyoles, una de las joyas del gótico internacional
El libro coincide con la apertura al público del monasterio donde se expone el mueble litúrgico de la Virgen de la Escala


BanyolesUnánimemente es considerado uno de los grandes hitos del gótico internacional. En los últimos cien años el retablo de la Virgen de la Escala de Banyoles ha sido calificado por los expertos de "obra capital", de ser "el punto álgido de la pintura en las tierras de Girona", de "pieza fundamental de la pintura gótica catalana", "de imponente y soberbio" y de "realización del más alto nivel artístico". Sin embargo, hasta ahora esta obra no había sido objeto de una exhaustiva investigación como la que han realizado Pere Freixas y Roser Juanola, y que se recoge en el último volumen de Cuadernos de Banyoles. Los coautores presentarán el libro el próximo sábado en el Museo Darder de la capital del Pla de l'Estany, coincidiendo con la apertura al público del monasterio de Sant Esteve, que es donde se puede contemplar esta obra, junto con la arqueta de Sant Martirià, que, como el retablo, data del siglo XV y también es considerada una de las joyas del gótico internacional.
En el libro, Freixas y Juanola aportan información para "hacer emerger del olvido la obra más relevante del patrimonio artístico de Banyoles y una obra capital de la pintura gótica catalana y europea de la Baja Edad Media", como dicen en la introducción. Y lo han hecho con un lenguaje sencillo que huye de los tecnicismos para explicar todos los detalles de las diferentes escenas de la vida de la Virgen. "Hemos intentado utilizar un lenguaje sencillo, para el gran público. Pero lo que no podíamos obviar es que hemos hecho un estudio monográfico sobre el retablo desde un análisis académico historiográfico; entonces hemos introducido muchas notas, pero no las hemos puesto a pie de página sino al final de cada capítulo. Para que quien quiera leer el libro y no las notas, lo pueda hacer tranquilo."
El mejor retablo del gótico catalán del Maestro de Banyoles
Los autores señalan que "a mediados del siglo XX, el eminente y reconocido profesor hispanista de la Universidad de Harvard Chandler R. Post consideró, en la History of Spanish Painting, que el mueble de Banyoles era el mejor y más original retablo del gótico catalán; como también lo ha remarcado la historiografía de más hacia aquí al calificarlo, incluso, como una de las mejores obras góticas europeas". Y añaden: "Ha sido una verdadera fortuna que se haya conservado prácticamente íntegro el retablo de Banyoles. Y no sólo hay que considerar este retablo la obra más notable del período gótico en el área de Girona, sino que también es uno de los conjuntos conservados de mayor calidad de los antiguos estados de la Corona catalanoaragonesa". Freixas añade que se calcula que de los siglos XIV-XV, la época de la Baja Edad Media, se ha perdido un 98% : "De lo que se hizo a lo conservado, es una miseria".
Uno de los aspectos que remarcan los autores es la extraordinaria calidad de la pintura de Joan Antigó: "Es la única obra conservada de las que sabemos que pintó, pero sirve para poner de relieve su dominio técnico, de altísima calidad plástica, y para concluir que se trata de una de las figuras más rutilantes del paisaje artístico catalán". Que fue Antigó el autor de la pintura fue justamente Freixas quien lo descubrió en 1983. "Desde el descubrimiento del nombre de este pintor ampurdanés, hace cuarenta años, la historiografía no ha hecho otra cosa que enaltecer el valor extraordinario del retablo de la Virgen de la Escala. coparticipación, también probada, en el retablo de San Miguel de Castelló d'Empúries–; aunque bastante tiempo antes, este fastuoso mueble litúrgico banyolí había sido considerado ya uno de los conjuntos pictóricos de mayor calidad de su tiempo y el autor, bautizado con el nombre de Maestro de Banyoles, se había pensado que. En el libro se profundiza en su trayectoria profesional y su vida personal.
Por 200 florines
El retablo de Santa María o Nuestra Señora de la Escala fue encargado por el abad de Banyoles, Guillem de Pau –que era primo del obispo de Girona, Bernat de Pau–, por 200 florines, "en el marco del proceso de reconstrucción y de embellecimiento del monasterio queta y otros objetos litúrgicos que se han perdido", apunta Freixas. Consta de 5 cuerpos verticales con la calle central actualmente transformada y presidida por una imagen de alabastro de la Virgen de mediados del siglo XIV que los autores creen que no es el original porque sus dimensiones son desproporcionadas respecto al espacio que ocupa. Los demás cuerpos están ocupados por escenas de la vida de la Virgen María, por orden cronológico según la Leyenda áurea de Jaime de Vorágine. La predela que sostiene el retablo está formada por siete paneles, con figuras de santos y de la Virgen de los Dolores, excepto el del medio, que está vacío porque allí se ponía Cristo Barón de Dolores, en latín Ecce Homo.
En abril de 2010 el retablo regresó al monasterio de Sant Esteve después de ser restaurante durante tres meses en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Desde entonces se expone sin el cristal de protección que tenía antes.