Una experiencia académica internacional conectada a la industria

En la ciudad condal, LCI Barcelona cuenta con uno de los puntos neurálgicos del multiverso creativo que ha creado con el tiempo, en el que, hoy en día, se imparten cuatro grados formativos de grado superior, siete grados universitarios y 22 másteres en las áreas de moda, diseño gráfico, diseño de interiores, diseño de producto, animación, videojuegos y fotografía. Representantes de LCI Barcelona destacan que esta dimensión global es precisamente uno de los grandes valores añadidos de la escuela: "Formar parte de la red LCI Education permite a nuestros estudiantes sumar conocimientos, experiencia y contactos con la industria de todo el mundo, lo que se traduce en una formación más completa y una mayor capacidad de adaptación a un sector cada vez más globalizado".

Actualmente, LCI Barcelona cuenta con 1.100 alumnos, el 40% internacionales. Todos ellos tienen a su disposición diversas opciones de movilidad. Por un lado, existe el programa Erasmus+, que permite cursar un semestre en instituciones europeas de prestigio con las que el centro tiene acuerdos. Por otra parte, gracias a la red global de LCI Education, tienen la posibilidad de realizar estancias académicas en otros campus de todo el mundo.

De la mano con la industria

Otro elemento del que se beneficia el alumnado de LCI Barcelona es la conexión que la institución tiene con el mundo empresarial y con las industrias creativas, lo que, por un lado, ayuda a reducir lo tradicional gap entre formación superior y necesidades reales de los correspondientes sectores, y por otra, posibilita que los alumnos trabajen en proyectos reales ya desde los primeros cursos. En opinión de los representantes del centro, este hecho "aumenta significativamente la motivación del alumnado porque les da una conexión inmediata con la realidad profesional de su sector". Y es que, prosiguen, "cuando los estudiantes ven que lo que hacen en el aula tiene un impacto tangible fuera, su implicación y entusiasmo se multiplican". Además, añaden que "les hace sentir parte activa de la industria desde el primer día, ya que no sólo aprenden conceptos teóricos, sino que los aplican a encargos concretos de marcas, instituciones y empresas".

Trabajar en proyectos con clientes reales también fomenta una mentalidad profesional desde el inicio, puesto que les obliga a asumir responsabilidades, respetar plazos y adaptarse a las necesidades del sector. Esta experiencia práctica, subrayan desde LCI Barcelona, ​​"no sólo refuerza su confianza, sino que también les hace conscientes de su propio potencial creativo y profesional". También promueve que desarrollen "un conjunto de habilidades esenciales", así como gestionar proyectos de forma profesional; la planificación del tiempo y capacidad de adaptarse a posibles imprevistos; seguridad a la hora de defender sus ideas; habilidades de negociación e interacción con profesionales del sector; una mentalidad resolutiva e innovadora; y construir una red de contactos. Habilidades que se multiplican exponencialmente a raíz de que muchos de estos proyectos se puedan desarrollar en el marco del multiverso creativo que se ha creado en el seno de la escuela, gracias a las especialidades que reúne: artes, diseño y comunicación; moda; videojuegos, animación y VFX. Y es que, como concluyen los representantes de LCI Barcelona, ​​este enfoque transversal "no sólo enriquece su experiencia académica, sino que también les da una ventaja competitiva a la hora de incorporarse a la industria, puesto que las empresas cada vez valoran a más profesionales con una visión amplia y capacidad para trabajar en equipos interdisciplinarios".