Coronavirus

Familiares de los fallecidos de la residencia de Tremp describen "la casa de los horrores" y "el olor a muerte"

El juez de instrucción escucha el testimonio de hijos y hermanos que entraron en el geriátrico Fiella para buscar a los residentes por la falta de información y control

ARA
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Evaristo Saura, uno de los familiares de las víctimas de la residencia de Tremp, entrando en los juzgados a declarar.

BarcelonaCasi cuatro años después, los familiares de las víctimas de la residencia Fiella de Tremp han declarado este lunes por primera vez ante el juez por la causa de homicidio imprudente por la muerte de 64 de los 142 residentes en un brote por coronavirus, en noviembre de 2020, en un caso en el que están imputadas la antigua directora del geriátrico y el exresponsable de higiene sanitaria. Los testigos describieron al centro como "la casa de los horrores" y ratificaron "el descontrol total" que ya recogen los informes de la Fiscalía y de los Mossos d'Esquadra en la investigación de la causa.

El juez instructor ha escuchado la queja de las familias, según las cuales, cuando ya había medidas y protocolos de seguridad para la Covid-19, en la residencia trempolina había una total falta de atención a los residentes. En este sentido, explicaron que detectaron falta de agua y comida y de personal suficiente para hacerse cargo de los residentes, algunos sin movilidad. En medio del brote, la residencia cerró los canales informativos con las familias, que pasaron días sin saber si sus familiares se habían contagiado, o si estaban vivos o fallecidos.

Es el caso deEvaristo Saura, hijo de un hombre muerto al que durante varios días nadie le informó de cuál era el estado de salud de su padre, de avanzada edad: cuando recibió una primera llamada telefónica para ponerle al corriente fue para notificarle el fallecimiento del padre. En declaraciones a los periodistas, relató que cuando se decidió a entrar en el centro para conocer de primera mano qué estaba pasando, todo estaba oscuro y encontró el cuerpo de su padre "atado a la cama y tapado con tres mantas". Y ha concluido: "Dejaron morir" a los residentes solos y sin ningún apoyo profesional.

Cambiados de habitación

El abogado de la acusación particular, Xavier Prats, ha explicado que las declaraciones de los familiares han sido "muy claras" por entender la situación que se vivió en la residencia. Sobre todo, de tres personas que entraron en el centro los días 28 y 29 de noviembre de 2020. Prats ha dicho que uno de los familiares ha descrito la situación como "fantasmagórica" ​​y "de abandono total". El abogado aseguró que los residentes "no estaban en la habitación que les correspondía" y que la situación vivida fue "dantesca". Según dijo, los familiares que accedieron al centro se encontraron a gente por los pasillos gritando "socorro", en un ambiente "cargado", con mucho calor y "olor a muerte".

Los familiares han denunciado falta de comunicación y Prats ha añadido que la dirección se limitó a crear un grupo de WhatsApp donde informaba de los positivos y negativos por cóvido y "poco más". El abogado de las familias ha lamentado que la fase de instrucción se esté alargando y que tres años y medio después de los hechos todavía no se haya llegado a juicio ni haya sentencia.

Por esta causa, el pasado enero ya declararon como imputados la exdirectora del geriátrico, el exresponsable de higiene sanitaria y los miembros del Patronato Fiella en el momento del brote: el exalcalde Joan Ubach y el vicario del obispado de Urgell, Josep Maria Mauri. Todos negaron las acusaciones y responsabilidades por las 64 muertes, mientras que un exconcejal se acogió a su derecho a no declarar en la causa por delito contra la seguridad de los trabajadores.

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