Épico Fails

El fracaso de la empresa que alquilaba mansiones

HubHaus ofrecía alquileres más asequibles en casas de muchas habitaciones a cambio de convivir con desconocidos

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HubHaus

En 2014 Shruti Merchant aterrizó en Silicon Valley, en California. Tenía tan sólo 20 años y había decidido ir a vivir a la meca del emprendimiento para crear sus primeras dos start-ups: una plataforma de venta online de cosmética que bautizó con el nombre de Merchant Ventures y una empresa de distribución de auriculares de realidad virtual, que llamó Optobeam. Pero lo que no se esperaba es que la idea de negocio que la conduciría al éxito sería otra. "Cuando llegué a Silicon Valley no conocía a nadie y, tras rebuscar por internet, acabé eligiendo la opción más asequible: ir a vivir a una casa gigantesca donde convivían siete personas desconocidas –recuerda la joven en la revista Forbes–. Fue una gran experiencia y hice amigos muy cercanos", resume.

Buscando casa, la emprendedora se dio cuenta de que, cuanto más metros cuadrados tenía la propiedad, más barato era el alquiler de cada habitación. "La mayoría de los inquilinos buscan apartamentos de hasta dos habitaciones, pero son escasos en la zona", admitía Merchant en un artículo firmado por ella en Medium. Las grandes propiedades de más de cinco habitaciones no eran tan atractivas porque pocas familias podían asumir su coste y poner de acuerdo a cinco amigos para trasladarse era complicado. Ante este panorama, se le encendió la bombilla y, en el 2016, cofundó a HubHaus con un compañero. Se trataba de una plataforma online que permitía a los propietarios alquilar más fácilmente sus casas. HubHaus les arrendaba la casa y subarrendaba las habitaciones a inquilinos que buscaban una donde vivir. "A pesar de nuestro margen de beneficio, las habitaciones de HubHaus solían ser las más asequibles del mercado", apunta.

Cifras en mano, HubHaus calculó que alquilar un piso de una sola habitación podía costar 2.660 dólares, mientras que una habitación de una casa con más de cinco habitaciones se acercaba a los 880. "HubHaus ofrecía una solución al problema de vivienda de la zona, que tenía propiedades extremadamente caras –resume Andrei Boar, profesor en la UPF – Barcelona School of Management–. También daba salida al alquiler de viviendas grandes que no podían ser alquiladas por una sola familia”, continúa. HubHaus se especializó en propiedades de más de 10 habitaciones y, en primeras, le salió bien. Tres años después, ya tenían por alquilar más de 1.000 habitaciones. "La mayoría de propietarios y inquilinos estaban contentos con el servicio y se crearon buenas amistades", apunta la cofundadora. Pero al poco tiempo todo se derrumbó.

"Pasaron dos cosas", resume Merchant. En primer lugar, cuando estaban buscando financiación para seguir creciendo, lastart-upWeWork, dedicada al alquiler de grandes espacios de oficinas para realquilar sus escritorios, fracasó estrepitosamente en su salida a bolsa. Esto generó mucha incertidumbre en nuestro sector. "El cóvido lo acabó de rematar, con inquilinos que no pagaban la habitación y la caída repentina de los precios del alquiler", dice Merchant. La situación se prolongó tanto que se volvió insostenible. HubHaus se derrumbó.

La lección

"HubHaus no construyó una buena estructura financiera y se quedó sin caja –apunta Andrei Boar, profesor de la UPF-BSM–. Si una empresa no es sostenible económicamente por sí sola, cualquier choque externo puede dejarla en una situación de riesgo enorme", explica. "Les afectó a la cóvida, pero ahora lo haría la inflación", remata.

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