Los gráficos para entender qué se debate en la COP28
Triplicar las renovables, uno de los pocos acuerdos seguros de que saldrán de la cumbre, nos deja todavía muy lejos de las cifras de los combustibles fósiles
Barcelona¿Qué se juega el mundo en la cumbre climática de Dubai? ¿Qué debería salir de un encuentro que reúne a más de 70.000 delegados de cerca de 200 países en una de las ciudades más insostenibles del mundo? No es muy alentador que la cumbre de la ONU sobre el cambio climático, la COP28, se celebre en los Emiratos Árabes Unidos –séptimo país productor de petróleo del mundo–, aunque tenga como presidente al consejero delegado del Abu Dhabi National Oil Company, Sultan Ahmed Al Jaber. Pero el calentamiento global provocado por la quema de combustibles fósiles se está acelerando. Y, en el año en que hemos batido muchos récords climáticos, es más urgente que nunca que este encuentro mundial ofrezca resultados.
¿Cuánto CO₂ podemos emitir todavía?
Pues hemos emitido ya el 83% de todo el CO₂ que podíamos emitir si queremos que el calentamiento global se quede por debajo del 1,5 °C. Es lo que los científicos llaman nuestro "presupuesto de carbono": lo estamos agotando. Nos queda sólo un 17% del presupuesto por gastar (emitir) antes de que nos condenemos a nosotros mismos a los peores impactos de la crisis climática, los que llegarán cuando superemos esta cifra de 1,5 °C.
¿Qué debemos hacer entonces?
Llegar al pico de emisiones lo antes posible, antes del 2025 debería ser, y empezar a reducir las emisiones globales de CO₂, que no han parado de crecer. La gráfica de los científicos de la ONU es muy clara, y muestra lo drástica que debe ser la reducción para poder evitar subir del 1,5 °C. Por un calentamiento global de 2 °C, que ya sería nefasto, pero que el Acuerdo de París también contempla, el trabajo de recorte también es muy grande.
Pero, tal y como muestra el gráfico, los compromisos actuales que han presentado los países en la ONU mejoran un poco el escenario en el 2100 respecto a lo que supondría mantener las políticas actuales, pero todavía quedan lejos de lo que necesitamos. El último informe de la propia ONU decía que nos encaminaban a 2,5 °C de calentamiento si los gobiernos cumplían todas sus promesas, incluidas las que están condicionadas a una financiación que todavía está en el aire, ya 2,9 °C si sólo pueden cumplirse las promesas incondicionales. Con todo, hemos mejorado algo respecto al escenario que planteaban las políticas que estaban en marcha en 2015, cuando se aprobó el Acuerdo de París.
¿De los países que hay en Dubai, cuáles son los principales responsables?
China sigue siendo el principal emisor de gases de efecto invernadero del mundo, con un 27% del total mundial, seguida de Estados Unidos, con el 15%. Los líderes de las dos grandes potencias, Xi Jinping y Joe Biden, no asistieron a la inauguración oficial de la COP28, pero quisieron darle impulso hace unos días con un acuerdo para triplicar su capacidad en renovables en el 2030. La Unión Europea es el tercer principal emisor y la India va justo detrás. Por lo general, los países del G-20 son responsables del 80% de las emisiones globales de CO₂. Y los gobiernos del Sur Global les reclaman que asuman su responsabilidad.
Pero también hay que ver quién es el responsable del CO₂ que ya está en la atmósfera. Es lo que en la COP28 se llaman las emisiones históricas: desde que arrancó la revolución industrial alrededor de 1850, quien más CO₂ ha puesto en la atmósfera es Estados Unidos, seguido de la Unión Europea y China. Esta vez queda en tercer lugar. Aunque Pekín y Nueva Delhi están creciendo económicamente en los últimos años a un ritmo acelerado, que les ha hecho quemar muchos combustibles fósiles (sobre todo carbón) en muy poco tiempo, todavía no han superado las emisiones de Estados Unidos y Europa, ni de Rusia o Japón en el caso de la India. Por eso, las potencias emergentes –y muchos países del Sur Global que no quieren frenar su crecimiento– reclaman a estos países ricos que asuman un mayor recorte de las emisiones.
¿Y qué proponen todos estos países?
Los planes nacionales de lucha climática que cada uno de los países han presentado ante la ONU se llaman Contribuciones Determinadas Nacionalmente (NDC, sus siglas en inglés). Pero un estudio del Climate Action Tracker, concluye que ninguno de los NDC presentados se alinean con el objetivo del 1,5 °C. Pero aún más, algunos de los planes presentados, como los de los propios Emiratos Árabes Unidos, son gravemente insuficientes, mientras que los del principal emisor, como China, es muy insuficiente. Los de Estados Unidos y la Unión Europea, que han prometido reducir a más de la mitad las emisiones en el 2030, también son insuficientes, dice el análisis. Todo el mundo debe presentar NDCs más ambiciosas.
¿Qué supondrá el acuerdo de la COP28 sobre renovables?
El acuerdo sellado por Estados Unidos y China ha recibido el apoyo de la Unión Europea, Emiratos Árabes Unidos y muchos otros países. Ya es casi seguro que será uno de los grandes acuerdos que salgan de la cumbre: triplicar la capacidad de energía renovable para el 2030. ¿Pero qué significa esto? Según con que se compare, poco. Con una generación global de renovables de cerca de 8.000 TWh, el triple para 2030 sería 24.000 TWh, que puede parecer mucho, salvo que se compare con el consumo de combustibles fósiles: 129.000 TWh que suman carbón, petróleo y gas. "Porque este aumento en renovables no sustituye a los fósiles, se está haciendo para añadirse", tal y como remarca la veterana de las negociaciones climáticas Olga Alcaraz, de la UPC.
Otros datos clave
- 100.000 millones de dólares: la financiación climática que los países ricos deberían haber aportado desde 2020, pero todavía no se ha confirmado que estén. Los estados más pobres reclaman que la COP28 cierre esta cifra y, además, sirva para incrementar la parte de esta financiación que se destina a políticas de adaptación, que son más urgentes en sus territorios, puesto que la mayor parte todavía se destina políticas de recorte de emisiones (que en el caso de los países pobres no son tan urgentes).
- 100.000 millones de dólares: otro fondo distinto, que se ha puesto en marcha en esta cumbre de Dubai, es el que ayudará a los países pobres a asumir el coste de los desastres naturales provocados por la crisis climática. Es el llamado Fondo de Pérdidas y Daños, que se acordó en la COP27 de Egipto el pasado año, y que entró en vigor el 30 de noviembre, justo el día de la inauguración de la COP28. Un éxito para empezar la cumbre, que no implica que no pueda acabar en fracaso.