JM Coetzee: "Escribir tiene más que ver con cocinar que con filosofar"
El Premio Nobel de Literatura reflexiona sobre la lengua y la literatura con Valerie Miles en el CCCB
BarcelonaEl escritor JM Coetzee (Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 1940) ha visitado este sábado el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) para hablar de su mirada sobre el continente europeo. Pero Coetzee nació en Sudáfrica, vivió durante dos décadas en Australia y el resto de su vida le ha pasado en Estados Unidos. Por eso, antes de empezar la charla de clausura del ciclo ¡Europa!, el escritor explica que es bastante alérgico a opinar de lo que no domina. "Hoy en día toda la población tiene canales para difundir sus opiniones, y su validez o fuerza no depende de si éstas son ciertas o no, sino de quien les apoya. Vivimos en una especie de mercado darwiniano de opiniones en las que algunas sobreviven y otros no", ha afirmado Coetzee en una conversación compartida con la escritora y editora Valeria Miles (Nueva York, 1963).
Ambos se han confesado sentirse "forasteros en Europa", y quizá por eso han centrado el diálogo en cuestiones más literarias que geopolíticas. En la conferencia han aparecido un buen puñado de referentes literarios, desde Gabriel García Márquez y Miguel de Cervantes hasta Robert Balsa, Octavio Paz y Gustave Flaubert. Coetzee, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2003, se ha adentrado en los engranajes creativos de su última novela, El polonès (Ediciones 62 con traducción de Dolors Udina), que transcurre en Barcelona. ¿Por qué eligió la capital catalana como escenario principal? "Escribir tiene más que ver con cocinar que con filosofar. No conozco demasiado a Barcelona, pero en aquella historia funcionaba. Trabajo por intuición", ha explicado Coetzee.
Un "impostor" en la cultura anglosajona
El polaco es una historia de amor imposible entre un pianista y una mujer casada pero, más allá de la trama, el escritor ha señalado que para él representa toda una declaración de intenciones. Por primera vez, Coetzee publicó el libro en español antes de hacerlo en inglés, el idioma con el que ha escrito gran parte de su obra. "Quería demostrar que el castellano puede ser una buena alternativa al inglés. Siempre me he sentido un impostor dentro de la cultura anglosajona", subraya el autor, para quien la lengua es cada vez más importante en su creación artística .
"En cada idioma hay palabras que tienen un peso filosófico, religioso o histórico muy grande. Para traducirlas adecuadamente, debe trasladarse el contexto semántico que hay detrás. Cuando escribo una palabra en inglés, soy consciente de los problemas que pondrá al traductor y qué soluciones puede encontrar. Por eso intento evitar frases hechas que puedan causar problemas"; ha reflexionado Coetzee. Gran lector de los clásicos rusos, el escritor quiso acabar la charla con su mirada sobre el país, que dijo estar teñida por la historia de las últimas décadas, la derrota de la URSS y la imposición "tóxica" del capitalismo en los años 90: “Ahora no es el momento de cortar los vínculos con los rusos y dejarlos en el olvido. Debemos aprovechar cualquier oportunidad para demostrarles que apoyamos su esfuerzo”.