Joan Marc Bauzà: "Me gustaría ser campesino toda la vida, pero no sé si podré"

Joven labrador

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Joan Marc trabajando con una de sus cabras

Sobre el papel, Joan Marc sólo hace unos meses que ha empezado a hacer de payés. En la práctica, lleva más de 15 años pisando el campo. "Siempre he tenido claro que quería ser campesino. Siempre me han gustado mucho los animales y fuera de la villa", explica Joan Marc, que con 21 años ha decidido apostar por el campo mallorquín. "Ahora que soy joven creía que era el momento para probarlo. Me gustaría poder dedicarme toda la vida, pero no sé si podré porque es muy difícil dedicarse a Mallorca".

Apostar por el campesinado en Mallorca, actualmente, requiere un doble de esfuerzo. No sólo se trata de la cantidad de horas a dedicar, sino también de la condición de la tierra en una isla de 3.630 kilómetros cuadrados. "La tierra está dividía en pedazos muy pequeños y, por tanto, tener rebaños de 1.000 o 2.000 animales como hay en la Península es muy difícil. Cuanto menor es el rebaño, menos rendimiento puedes sacarlo".

Actualmente, Joan Marc cultiva cereal y tiene un rebaño de 250 ovejas y 250 cabras, las cuales debe tener repartidas en diferentes fincas. Más allá de su pasión por el campo, el hecho de venir de familia de campesinos también le ha ayudado a la hora de empezar en el oficio: "Si ahora una persona joven quiere dedicarse a ella, y se ha de buscar unas tierras para alquilar y también debe comprar la maquinaria, es muy complicado. El campo justo te da para vivir, no para hacer inversiones. imposible ganar nada".

Los efectos del cambio climático, en especial la sequía, son otros obstáculos que se añaden cuando una prueba de vivir del campo. No sólo no llueve, sino que, cuando lo hace, está fuera de tiempo, se queja Joan Marc. "Tú no sabes si tienes que sembrar o no, ahora. Este año, cuando era el tiempo de sembrar, no sabías si hacerlo o no porque no llovía. Y, en cambio, ha llovido en mayo y junio, cuando para el secano ya no toca", expone. El tiempo ya no coincide con el calendario que durante muchos años se ha utilizado en el campo para decidir cuándo se planta y cuándo se siega. "Si el tiempo sigue como en los últimos años, quedarán muy pocos campesinos en Mallorca porque será casi imposible hacer secano". El cultivo de secano es el más común en la isla.

Por ejemplo, el forraje para las ovejas se siembra en septiembre. "El año pasado, no pudimos sembrar hasta diciembre, lo que nos obligó a que del verano hasta final de año las ovejas tuvieron que comer grano y paja, lo que supone un fuerte encarecimiento".

A pesar de las dificultades, Joan Marc no cambiaría su vida. Poder estar cada día en contacto con la naturaleza y los animales es algo difícil de encontrar hoy en día, aunque tampoco debe idealizarse. "Cada día es diferente. Hay días que los disfrutas mucho, en especial cuando hace buen tiempo, pero también los hay, cuando hace helada por las mañanas y tienes que ir a apacentar a las ovejas, que no son tan fáciles. Tampoco tienes vacaciones, los animales comen todos los días".

Ahora mismo Joan Marc está estudiando vinicultura para poder hacer viña, aunque la mayoría de cosas que sabe se les enseñó su padrino. Cuando era pequeño se pasaba horas ayudándole. "Hay muchas cosas que he aprendido de él y que si la gente no continúa con el oficio se perderán: por ejemplo, los injertos. Yo sé injertar árboles por él, cada vez es más difícil encontrar gente que sepa. Y lo mismo ocurre con la luna: hoy nadie la mira para saber si debe plantar el cereal".

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