Lloret frena la puesta en marcha de la desalinizadora móvil después del fin de las restricciones

Dejará toda la instalación lista en una nueva ubicación aún por determinar por si es necesario conectarla durante la temporada turística

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La explanada de la Roca de Mayo, al sur de la playa principal de Lloret de Mar, donde estaba previsto que se ubicara de urgencia la desalinizadora móvil comprada por el Gremio de Hoteleros.

Lloret de Mar (Selva)Cambio de planes en Lloret de Mar por las lluvias de la primavera. Después de que el gremio de hostelería decidiera echar por el derecho y comprar una desalinizadora móvil para garantizar llenar piscinas durante toda la temporada turística, ahora da marcha atrás y acabará no instalándola este junio, tal y como estaba previsto. Según ha podido saber el ARA, se dejarán todas las conexiones preparadas en una ubicación todavía pendiente por determinar para que, en caso necesario, se pueda instalar durante la temporada turística. Inicialmente, se había escogido como ubicación de urgencia –como máximo a principios de junio– la explanada de la Roca d'en Maig, en el extremo sur del paseo Marítimo del municipio, pero en estos momentos el consistorio todavía estaba pendiente de los permisos. Ahora, con el fin de las restricciones, tanto el Ayuntamiento como el gremio consideran mejor gestionar los permisos para una ubicación más adecuada.

En marzo pasado, antes del anuncio del fin de las restricciones de la sequía, el Gremio de Hoteleros y el Ayuntamiento de Lloret de Mar detallaron que tenían previsto poner en funcionamiento la desaladora entre finales de mayo y principios de junio, cuando ya tuvieran todos los permisos necesarios después de que el Gobierno lo viera con buenos ojos. Con un coste de 1,5 millones de euros, estaba previsto que los hoteleros trasladaran el agua con camiones cisterna hasta las piscinas.

Ahora, con la lluvia de los últimos meses y el fin de las restricciones por la sequía, tanto el gremio como el consistorio consideran que ya no es necesario apretar el acelerador para ponerla en marcha al final del paseo Marítimo y generar así un gran impacto visual y sonoro. Ahora bien, se trabajará para que igualmente todas las conexiones estén listas para ver cómo avanza la situación de la sequía durante la temporada turística del quinto destino turístico de sol y playa del Estado, con más de 120 hoteles, 29.000 plazas hoteleras y un millón de visitantes al año.

Habrá que ver así si se altera el protocolo anunciado en marzo. Consistía en extraer el agua salada a través de un pozo antiguo de la Casa Garriga, el actual Museo del Mar, y llevarla hasta la planta de tratamiento, donde debía guardarse en depósitos de 25.000 litros. Desde allí se transportaba por tuberías a un punto de carga y descarga en el paseo de Manel Bernat, frente al tramo de paseo Marítimo que hay en la entrada a Lloret por la avenida de Just Marlés. De hecho, según se anunció en rueda de prensa, ya estaba firmado un convenio con algunas empresas transportistas del municipio y cercanías para realizar viajes con los camiones cisterna periódicamente.

Falta de arena en la playa

La zona donde estaba previsto que se instalara la desalinizadora portátil es también la más perjudicada por el último temporal de garbí en Lloret de Mar, el de Semana Santa. Las fuertes olas se llevaron buena parte de la arena del final de la playa principal del municipio y, en cambio, la han concentrado en la zona norte, cercana al Castell d'en Plaja. A diferencia de la playa de Fenals, donde la Generalitat se comprometió a reparar de urgencia el paseo poco antes de las elecciones al Parlament, los daños en la playa principal de Lloret no son estructurales, pero llama la atención que las pasarelas de acceso al agua sigan flotando por la falta de arena. El municipio deberá realizar una fuerte inversión económica para garantizar que haya durante el verano.

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