Luces y sombras de Ferrovial en su primer semestre fuera de España
La constructora con sede en Países Bajos confía cotizar en Wall Street este primer trimestre
MADRIDA finales de febrero hará un año por ello de efecto de Ferrovial. La constructora que preside Rafael del Pino anunciaba el traslado de su sede de España a Países Bajos y la intención de cotizar en bolsa holandesa, algo que se acabó materializando en junio.
Y casi un año después del anuncio, ya roza el aliciente principal tras ese movimiento: debutar en Wall Street. La constructora entendía que la forma más fácil de alcanzar su particular sueño americano era haciéndolo con su sede en Amsterdam y no en España. La compañía confía en poder hacerlo este primer trimestre del año, según ha comunicado esta semana al regulador de la bolsa de Estados Unidos, la SEC. Sin embargo, el debut se esperaba para el segundo semestre de 2023.
Del Pino vendió la decisión como una gran oportunidad para la compañía: “Es clave para potenciar su crecimiento, facilitar el acceso a los mercados y mejorar la su competitividad”, dijo durante la junta general de accionistas en la que se votó la decisión. Pero también, y sobre todo, defendió el movimiento rumbo a Países Bajos como el único camino posible para cotizar en la bolsa estadounidense. Ahora que lo tiene cerca, conviene recordar las luces y sombras de una decisión que trajo una tormenta política a España.
Pendientes de la Agencia Tributaria
Desde que tomó la decisión, Ferrovial ha elaborado una lista de riesgos en torno al movimiento. Uno de ellos tiene que ver con España y, en concreto, con la Agencia Tributaria. En el folleto de admisión enviado a la SEC, Ferrovial vuelve a recordar que las "autoridades fiscales españolas [la Agencia Tributaria] podrían considerar que la fusión queda fuera de la protección del régimen especial de neutralidad fiscal, lo que podría tener un efecto material adverso sobre el negocio, la situación financiera y los resultados de las operaciones del grupo empresarial".
Como ha explicado el ARA, la empresa se acogió al régimen especial de fusiones. Esto le permite no tener que tributar por las ganancias extraordinarias (plusvalías) obtenidas por la fusión. Cuando haga la declaración de cierre del impuesto de sociedades en España correspondiente al ejercicio 2023, la Agencia Tributaria comprobará de oficio los argumentos económicos expuestos por la compañía para realizar el traslado. Si no los ve válidos, podría haber una sanción.
Según ha podido saber el ARA de fuentes del mercado, "no es esperable" un resultado inmediato sobre esta comprobación. Estas fuentes explican que si bien el foco se ha puesto en sí existe o no una motivación fiscal detrás, como pagar menos impuestos (Ferrovial lo ha negado), acabará “ampliando” la mirada a otras motivaciones alegadas por la constructora, tales como si sube la cotización o su valor en bolsa.
Debilidad de la marca
Ferrovial también advirtió a los accionistas de que el traslado a Países Bajos "podría tener un impacto negativo sobre su imagen corporativa en España", lo que, de rebote, "podría tener un efecto material adverso en la posición del grupo [empresarial] y en el precio de la cotización de las acciones, del negocio, de la situación financiera, de los resultados de operaciones y perspectivas". La misma idea se repite ahora en el folleto de admisión de sus acciones enviado al supervisor bursátil americano. Esto toma relevancia porque en el propio folleto Ferrovial reconoce que gran parte de su actividad sigue en España. De hecho, sitúa como un riesgo el hecho de que la economía española pueda crecer menos de lo previsto e incluso vuelve a recordar que ésta "puede verse afectada por un aumento de la incertidumbre política (incluso cualquier recrudecimiento de las tensiones políticas y sociales en Cataluña)", afirma ante la SEC, como ya hizo en su día ante el supervisor bursátil holandés.
Cotización en bolsa
Desde que Ferrovial empezó a debutar en la bolsa de los Países Bajos, "se ha revalorizado más de un 18%", explica el analista de XTB Joaquín Robles en el ARA. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayor parte del volumen negociado se realiza en España, añade Robles. Además, el conjunto del Ibex 35 español subió un 20,7% el pasado año, lo que deja a Ferrovial por debajo de la media.
"El incremento de la valoración ha sido impulsado por la recuperación de las ganas de los inversores ante lo que parece el fin de la subida de los tipos de interés y por las recientes operaciones financieras; cabe recordar que Ferrovial obtuvo un beneficio extraordinario de 2.370 millones de libras tras anunciar la venta de su participación del 25% del aeropuerto de Heathrow", explica Robles.
Queda por ver cómo puede afectar a una nueva fragmentación de la cotización (no sólo cotizará en España y Ámsterdam, sino también en Nueva York). Ferrovial advierte que "las cotizaciones múltiples pueden afectar negativamente a la liquidez y los precios de negociación de las acciones en una o más de las bolsas" y que "la cotización múltiple puede aumentar la volatilidad del precio de la acción, ya que la negociación se dividirá entre los tres mercados, lo que dará una menor liquidez a las distintas bolsas”, explica.
Ferrovial ha concretado que su intención es cotizar en Wall Street a un precio de salida similar al de la cotización en España o Países Bajos: 33,4 euros por acción.