Cultura

La lucha de la cantera teatral de Girona por no perder la escuela

El Galliner convoca una manifestación para el 8 de febrero para reclamar a la Diputación que no los eche de la Casa de Cultura, donde prevén realizar exposiciones de artistas como el Greco

Performance de la escuela de teatro de El Galliner ante la Casa de Cultura para denunciar, después de la pandemia, que la Diputación de Girona no quería renovarles el convenio para hacer uso de las instalaciones.
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GeronaGirona ya puede decir sin vergüenza que, pese a tener poco más de 100.000 habitantes, se ha convertido en una de las mecas teatrales de Europa gracias al festival Temporada Alta. Pero esto tampoco habría sido posible sin tener desde hace más de 30 años un buen plantel que ha alimentado la cultura y las artes escénicas. En pleno centro de la ciudad, hacia el Barri Vell, una de las escuelas de teatro más grandes de Cataluña forma cada año más de 2.000 alumnos, tanto profesionales como amateurs, desde los 4 años hasta el "infinito", en palabras del director, Isidro Hernández.

Es El Galliner, una entidad privada sin ánimo de lucro que emplea a 31 profesionales del sector y que desde su nacimiento ha vivido con la angustia constante sobre su futuro. No por la falta de alumnado, sino por los problemas por conservar las aulas. No en vano, sus instalaciones de 800 metros cuadrados se ubican dentro de la Casa de Cultura, propiedad de la Diputació de Girona. La institución lleva años reflexionando sobre el futuro uso que quiere dar a este gran equipamiento de Girona, donde ahora plantea realizar exposiciones con obras de grandes autores clásicos, como El Greco o Botticelli. "Creemos que es importante que la gente que esté estudiando puedan visitar en Girona mismo a artistas clásicos e internacionales de reconocido prestigio, que no tengan que desplazarse", explica al ARA el vicepresidente cuarto de la Diputación de Girona y responsable de Cultura , Jordi Camps.

Pero para que esto sea posible y se puedan adecuar los bajos de la Casa de Cultura con todas las medidas de seguridad, la Diputación de Girona ha planteado un ultimátum en el Galliner para que deje las instalaciones antes del 31 de julio, cuando no renovará el convenio de cesión de espacios que tenían. Un ultimátum al que la escuela ha respondido con la convocatoria de una manifestación el 8 de febrero bajo el lema "Salvemos la cultura gerundense", así como con una recogida de firmas en Change.org. "Estamos hablando de tener una ciudad de primera, ¿no? Pues hagámosla de primera: con educación de calidad y cultura de calidad. Se llenan la boca de calidad y nos la quitan", exclama al ARA Hernández.

La escuela ya vivió una situación similar saliendo de la pandemia, cuando la Diputación de Girona les comunicó también que debían dejar las instalaciones en verano. Sin embargo, hubo un acuerdo de última hora gracias a la oferta del Ayuntamiento de Girona para albergar las instalaciones de El Galliner en el edificio de la antigua UNED, situado en el Barri Vell entre el nuevo centro de El Modern (que alberga a los cines municipales de éxito del Truffaut) y el centro cultural de la Mercè.

Pero las obras de remodelación de la antigua UNED no acabarán, como muy pronto, hasta dentro de dos años y medio. Y, mientras tanto, tanto El Galliner como la Asociación Gerundense de Teatro (AGT), la entidad de referencia para los profesionales de las artes escénicas de las comarcas gerundenses, reclaman poder quedarse temporalmente en la Casa de Cultura hasta que acaben las obras.

Un local alternativo

En este impasse, tanto la Diputación como el Ayuntamiento de Girona mantienen están buscando un local alternativo en el centro de la ciudad. De hecho, ante las críticas de El Galliner de no haber tenido todavía respuesta desde diciembre, Jordi Camps asegura que los convocarán a una reunión la próxima semana para ofrecerles el alquiler de un "local privado, céntrico y con dos accesos bien situados" en Girona mismo. En este sentido, desde la escuela lamentan que las respuestas de la Diputación de Gerona no les lleguen por vía oficial, sino a través de la prensa. La última: aumentar 40.000 euros la subvención anual de 60.000 euros para costear el traslado a una nueva ubicación temporal. Según Camps, esta propuesta ya estuvo sobre la mesa hace tres años, cuando ya les pidieron que dejaran las instalaciones y se comentó en el último encuentro entre las partes.

A raíz de toda esta serie de desavenencias, el Galliner mantiene la manifestación convocada para el 8 de febrero, que saldrá de la Casa de Cultura en dirección a plaza Independència, donde se leerá un manifiesto. "No sólo queremos reivindicar que nos echan a nosotros, sino que en un lugar que se llama Casa de Cultura se echa la cultura", dice Alba García, jefe de estudios de El Galliner. Mientras, la Diputación no ha revelado qué proyecto tiene para el espacio, sólo que debe empezar a realizar obras en septiembre.

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