Roos Sturm: “En el mundo de la alimentación ecológica no se debe mirar sólo el dinero”

Directora general de Biospirit, empresa dedicada a la importación y distribución de productos ecológicos

Marc Amat
2 min
Roos Sturm: “En el mundo de la alimentación ecológica no se debe mirar sólo el dinero”

La empresa tiene raíces holandesas.

Exacto. Mis padres, cuando eran jóvenes, eran muy hippies. En Holanda, formaban parte de un grupo de amigos con los que compartían un sueño: reformar un pueblo entero y transformarlo para vivirlo siguiendo un estilo de vida al máximo de saludable. Enseguida les surgió la idea de venir a España, pero a la hora de la verdad, todos se echaron atrás y los únicos que se aventuraron fueron ellos. Aquí sólo conocían a Tomás Redondo, fundador de Natursoy, una empresa especializada en productos ecológicos. De hecho, cuando le propuso a mi padre trabajar con ellos, no se lo pensó. Pero cuatro años más tarde, en 1993, surgieron desavenencias que llevaron a mi familia a fundar el grupo empresarial Luz de Vida, formado actualmente por la importadora y distribuidora de producto ecológico Biospirit, por una tienda propia y por una masía rural que es la encarnación del sueño que tenían mis padres.

Nacieron en 1993, cuando el producto ecológico en España todavía tenía un mercado muy limitado. ¿Cómo lo hicieron para crecer?

Mis padres fueron pioneros en implantar el producto ecológico en el Estado. Entonces, en Holanda el panorama era muy diferente: el cliente estaba mucho más acostumbrado a su consumo. Hoy esa diferencia comparativa todavía se mantiene. El mercado español va a remolque del mercado del norte de Europa: llevamos, al menos, diez años de retraso. Sin embargo, ahora parece que todo está cambiando. En España ha habido un boom de productos ecológicos y su irrupción en los supermercados ha sido una de sus consecuencias. Cuando nosotros empezamos a dedicarnos a ello, las personas cambiaban de acera cuando pasaban por delante de nuestra fábrica. Les daba miedo lo que hacíamos dentro. Ahora todo el mundo come.

¿Cómo les ha afectado a ustedes la entrada del producto ecológico en las baldas de los supermercados?

No nos ha cambiado mucho las cosas. Aunque tenemos 2.500 clientes activos en toda España, todos son tiendas pequeñas. Si queremos salvar las tiendas especializadas en este tipo de productos, debemos luchar contra las grandes empresas. El mercado ecológico está creciendo mucho y, por tanto, también lo hace la competencia. En Holanda, todas las pequeñas tiendas del sector han desaparecido por culpa de la apuesta de los supermercados por los alimentos ecológicos. Si allí ha pasado esto, ¿por qué no puede ocurrir aquí? Nosotros hemos llegado a facturar 13 millones de euros gracias a los establecimientos especializados y ahora les seremos fieles.

De todos modos, ¿Biospirit ha recibido nunca ofertas de compra de alguna gran empresa de la gran distribución?

Hace unos meses, mi madre, la propietaria de Biospirit, murió repentinamente y la empresa pasó por momentos muy difíciles. Finalmente, yo -con la colaboración de mis cuatro hermanos- cogí las riendas. Aprovechando esta situación, grandes empresas se pusieron en contacto con nosotros para preguntarnos si queríamos venderles el negocio. Pero en el mundo de la alimentación ecológica no debe mirarse exclusivamente el dinero: hay que pensar también en valores como el win-win y reflejarse en el modelo de la economía sostenible. Por otro lado, desde sus inicios, mis padres rechazaron reiteradamente ofertas de El Corte Inglés, que quería incorporar nuestras referencias a su catálogo.

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