Violencia sexual

Los obstáculos para identificar a un presunto violador en serie en plena pandemia

Las víctimas ratifican la primera identificación que hicieron del acusado durante el juicio

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El repartidor acusado de violar cuatro mujeres este martes sentado al banquillo de los acusados a la Audiencia  de Barcelona

BarcelonaEl acusado de atacar a cuatro mujeres en tres meses cuando entraban en el portal de su casa en Barcelona ha negado los hechos este miércoles en la Audiencia de Barcelona. Pero según fuentes judiciales, las víctimas, que han declarado a puerta cerrada, han ratificado la identificación que hicieron del hombre cuando el caso se estaba investigando. Las asaltó un repartidor de comida a domicilio, que aprovechó esta indumentaria para colarse detrás suyo cuando entraban en la escalera sin levantar sospechas. Una de las dificultades del caso, sin embargo, es que en invierno y en plena pandemia –los ataques se produjeron entre noviembre de 2020 y enero de 2021– el agresor iba tapado, con mascarilla y casco. Por eso, las características de la bicicleta, un tatuaje en la mano, el vídeo de una de las agresiones o la bolsa que llevaba se han convertido en elementos clave contra el acusado.

La fiscal del caso ha conseguido que el tribunal admita hacer una prueba pericial sobre la bicicleta que llevaba el atacante, un análisis de la morfología de la mano del agresor, que se comparará con la del acusado y la que aparece en el vídeo que el violador grabó del ataque a la última de sus víctimas, y la declaración de un mosso que analizó el patrón de los ataques y que puede confirmar si todos son obra del mismo violador.

Estas pruebas se practicarán en la sesión de mañana. Mientras tanto, este miércoles las víctimas han ratificado la primera identificación que hicieron del acusado: según las fuentes consultadas, una de ellas identificó sin duda al acusado en comisaría, mientras que dos lo hicieron con más dudas y una cuarta no lo reconoció. Ninguno de ellas, sin embargo, vio el tatuaje que el procesado lleva en una de las manos.

Aprovechando la cuenta de otro 'rider'

Una dificultad añadida del caso es que el atacante no estaba contratado directamente como repartidor por ninguna empresa de comida a domicilio. Según la Fiscalía, otro rider lo subcontrató para que se quedara sus repartos durante unos meses. Este hombre ha declarado este miércoles en el juicio como testigo. Ha explicado que pasó al hombre la cuenta y la contraseña de la aplicación de la empresa de comida a domicilio, pero ha explicado que solo contactaron por WhatsApp a través de un perfil que no tenía fotografía y ha dicho que no lo llegó a ver nunca.

El acusado ha depositado 4.500 euros en el juzgado para reparar los daños sufridos por las víctimas –un tercio de la indemnización que solicita la Fiscalía–, pero su defensa niega que esto implique un reconocimiento de los hechos.

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