Cultura

Picasso y Miró: una inversión con efectos multiplicadores para la economía

Los grandes equipamientos culturales atraen a visitantes que realizan un gasto mayor que el turista medio

Imagen de la gran exposición Picasso-Miró en la Fundación Miro .
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BarcelonaLa inversión en cultura tiene un efecto multiplicador sobre el valor añadido bruto total de 1,7 veces el importe de la inversión realizada y de 1,4 del gasto realizado. Son datos extraídos del estudio sobre el impacto económico y social del Plan de Museos de Cataluña. Evidentemente, los museos tienen un gran impacto social y cultural en la ciudad, pero además los grandes equipamientos, como el Museo Picasso y la Fundación Joan Miró, tienen también un gran impacto económico. Difícil de medir, eso sí. "Hay un impacto económico, en el caso del Museo Picasso y la Fundación Miró es evidente", explica el filósofo y gestor cultural Xavier Fina. El problema es calcularlo. En el caso de estos dos equipamientos podemos saber su impacto directo, porque presentan sus cuentas anuales auditadas. Pero es mucho más difícil establecer el impacto indirecto y, sobre todo, el inducido, que tienen en la economía de Barcelona y Catalunya.

Lo que queda claro es que primero la crisis financiera del 2008 y después la pandemia del cóvid-19 causaron estragos en el sector museístico. El valor añadido bruto (VAB) general cayó un 10% en 2020 por la pandemia; en el caso de la cultura, el bajón fue del 15%. El peso de la cultura en la economía catalana todavía no se ha rehecho de la gran recesión. Según los datos del CoNCA (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes), el VAB cultural en 2019 (el año previo a la pandemia) fue de 4.694 millones de euros, un 2% de todo el valor de la economía catalana. Pero el VAB cultural en 2019 se situaba todavía un 13% por debajo del peso que tenía en 2008, año en el que la cultura representaba el 2,7% de todo el VAB catalán.

Si nos centramos en el Museo Picasso y la Fundación Joan Miró, la pandemia impactó tanto en número de visitantes como en sus cuentas. En el primer caso, en 2019, con 1,07 millones de visitantes, se facturó 9,6 millones. Pero en el 2020, con la pandemia, el número de visitantes cayó a tan solo 194.017 y los ingresos se desplomaron hasta los 6,6 millones. En 2022 todavía no se habían recuperado las cifras prepandémicas y el número de visitantes fue de 794.806, con unos ingresos de 7,02 millones. En el caso de la Fundación Miró, se pasó de 364.514 visitantes en 2019 a solo 68.351 en 2020. La recuperación llega poco a poco y en 2022 se registraron 298.345 visitantes. Los ingresos siguieron un camino similar: 6,32 millones en el 2019; 4,71 millones en 2020 y en 2022 se superó la cifra precovid y se alcanzaron los 8,83 millones.

Les dades de la Fundació Museu Picasso
Les dades de la Fundació Miró

Unas cuentas en las que las subvenciones y aportaciones de las administraciones públicas tienen un peso importante. El Museo Picasso recibió casi 250.000 euros en 2022 del Ayuntamiento, el Instituto de Cultura de Barcelona (Icub) y otras subvenciones; mientras que las subvenciones para actividades en la Fundación Miró superaron los 3,3 millones. En 2022, la Generalitat de Catalunya y las administraciones locales (diputaciones, consejos comarcales y ayuntamientos) presupuestaron 1.235 millones de euros en total para sus programas culturales, un 4,7% más que el importe presupuestado en 2010. Del total, la Generalitat aportó un 31%, las diputaciones un 11% y los ayuntamientos un 58%. Pero, a pesar de esta mejora de 2022, entre 2010 y 2022 se ha reducido el peso de la cultura en los presupuestos de todas las administraciones catalanas.

España, según Eurostat, está por debajo de la media europea en gasto público cultural per cápita, que se sitúa en 170 euros (equivale al 1,3% del PIB, mientras que la media de la Unión Europea es de 226 euros por habitante, un 1,4% del PIB). La cifra queda lejos de los países líderes, como Islandia (770 euros por habitante), Luxemburgo (682 euros), Dinamarca (463 euros) y Suecia (400 euros), pero es superior a Italia (135 euros), Portugal (88 euros) , Bulgaria (62 euros), Rumanía (50 euros) y Grecia (49 euros).

Entre la aportación económica difícil de cuantificar del Picasso y la Miró está la publicidad en el ámbito internacional. "No hay mejor campaña publicitaria que esa exposición", dice Fina. Y esto es especialmente importante porque los datos que existen muestran claramente que el viajero que se mueve por motivos culturales efectúa un gasto superior al promedio de los turistas. El INE permite obtener algunos datos. Así, en 2022 visitaron Catalunya por motivos culturales 1,034 millones de viajeros procedentes de otras comunidades que realizaron un gasto de 231 millones de euros. Pero el valor está en la calidad del gasto. La media de gasto de los viajeros españoles que visitan Catalunya es de poco más de 209 euros, pero los que vienen por motivos culturales dejan más de 316 euros.

También los turistas extranjeros que llegan a Catalunya movidos por la cultura gastan más que la media. Según los datos del INE, los viajeros internacionales que visitan Catalunya ejecutan un gasto medio de 1.161 euros. No hay datos segregados por comunidades del gasto de los turistas extranjeros, pero el ministerio de Cultura apunta a que los visitantes internacionales que llegan a España por motivos culturales dejan de media 1.230 euros. "En principio, el turista que se mueve por la cultura tiene más poder adquisitivo y comportamientos más cívicos", apunta Xavier Fina.

Pero se queja de que a veces las políticas culturales se dirigen mucho a los turistas sin pensar en los de casa. Para él, "es un lujo tener en la ciudad" equipamientos como Miró o Picasso. "Creer que existe una oferta cultural para los turistas y no para los barceloneses es una distorsión", indica.

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