"Mi poliamor son los libros"

El escritor Roy Galán conoció a su última pareja en Instagram. Ahora son amigos y se llevó muchos aprendizajes de la relación, que recuerda con cariño. Todo empezó así: “Un día recibí un mensaje suyo. Me decía que había soñado conmigo y me contaba el sueño, que era muy bonito. Como yo me enamoro de las historias, contarme una es una de las mejores maneras de entrarme. Para mí enamorarse es estar dentro de una historia compartida”, señala Galán. Siguieron hablando, el chico desde Madrid y él desde Tenerife. “Enseguida me explicó que estaba casado con un hombre y que tenían una relación poliamorosa. Al principio me asusté, cuando era más joven había querido hacerme lo moderno y había probado las relaciones abiertas, decía que no era celoso pero luego lloraba por los rincones”, recuerda el escritor.

Pese a los miedos, decidió darle una oportunidad. “Fue muy bonito. Yo siempre había vivido el amor con desesperación, y me decía a mí mismo cosas como «Seguro que no soy suficiente, seguro que hay alguien más guapo y listo», etc. Después de que él viniera a verme a Tenerife, su marido me escribió y me dijo: «Gracias por todo lo que le haces oír». Aprendí muchísimo de aquella relación, sobre todo observándoles a ellos y la honestidad e intimidad que compartían. Era un privilegio ver lo bien que querían”, dice Galán.

Aquella relación, explica, le hizo deconstruir muchas creencias que le habían traído mucho sufrimiento. “Desmontar los relatos obligatorios es fundamental. Especialmente esta idea que sólo podemos amar o desear a una persona. Es una vendida de moto que provoca mucho sufrimiento. A las mujeres, por ejemplo, se les dice que deben ser las elegidas, y una vez elegidas deben dejar de ser sujetos deseantes. ¿Cómo debe funcionar esto? Basta con ver la Isla de las tentaciones. No funciona, y creo que nos haría bien relajarnos en la idea de que debemos ser obligatoriamente la única persona de alguien. También puedes sentirte muy querido y cuidado sin ser la única persona de alguien”.

Galán se escuchó, y por eso si algún día conoce a alguien nuevo querrá saber siempre qué modelo de relación le sienta. "Quiero que mi pareja tenga deseos y aficiones fuera de la relación, y que lo que construimos sea nuestro, pero que no sea lo único que construimos, porque me parecería pobre vitalmente, para él y para mí". Para el escritor, amar no va a limitar. “Para mí el amor es dar un sitio al otro donde poder estar”. En este sentido, defiende que deberíamos aprender mucho de la libertad con la que se quieren las amistades. Ahora que lleva bastante tiempo soltero, y feliz, Galán concluye: “Ahora mi poliamor son los libros”.