Un profesor de la Universitat de Barcelona encuentra la primera traducción al castellano de Charles Dickens
John Stone ha localizado este fragmento del 'Pickwick', datado de 1844, en la Biblioteca de Catalunya
BarcelonaLa primera traducción conocida de Charles Dickens al castellano data de 1844 y apareció en Cádiz, en una antología que incluía relatos de cinco autores más. Se trata de un fragmento del capítulo 11 del Pickwick, novela publicada en inglés en 1837, que el profesor de la Universitat de Barcelona John Stone ha localizado en la Biblioteca de Catalunya.
La traducción más antigua de Dickens documentada hasta ahora era del 1847, pero se trataba de una traducción al castellano hecha a partir de una versión francesa previa, y no de una traducción directa, a diferencia de lo que defiende Stone que pasa con el fragmento incluido en El pasatiempo: colección de novelas originales y traducidas del alemán, inglés, italiano y francés, una obra publicada en Cádiz por un grupo de amigos de poco más de veinte años. El volumen recoge traducciones sin firmar de narraciones de Agnes Strickland, Friedrich von Schiller, John Galt, Alfred de Vigny, Abraham Elder y Charles Dickens. Se trata de una selección no unificada por género o tema que comprende ficción histórica, ficción policiaca o un cuento filosófico y gótico, y en el que predominan los textos de origen inglés.
De Shakespeare a Dickens
Stone aventura que el posible traductor de las páginas de Dickens fuera William Macpherson, diplomático y uno de los traductores de Shakespeare más reconocidos del siglo XIX en España. El investigador considera que la llegada a través del puerto de Cádiz de libros de editoriales británicas facilitó que la primera traducción directa al castellano del autor de Oliver Twist fuera impulsada desde la ciudad andaluza.
Fue también John Stone quien hace unos meses, durante una investigación en los fondos sobre filosofía y economía del siglo XVIII del Real Colegio de los Escoceses de Salamanca, hizo un hallazgo inesperado entre los libros antiguos: descubrió lo que los indicios señalan como el primer ejemplar de una obra de William Shakespeare llegado a España. Se trata de una impresión de 1634 de la tragicomedia The two noble kinsmen (Los dos nobles caballeros), escrita a cuatro manos con John Fletcher y considerada la última obra del dramaturgo.