El reto frenético de Macron: tres semanas para frenar la extrema derecha

Francia entra en campaña, donde Le Pen aspira a la mayoría absoluta en la Asamblea y quiere colocar a Bardella de primer ministro

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Emmanuel Macron, este lunes, en un acto oficial con el presidente alemán para recordar la masacre nazi contra Oradour-sur-Glane.

ParísEl presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, dejó al país en estado de choque el domingo por la noche con su anuncio de disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas. Al día siguiente de la victoria histórica de Reagrupament Nacional (RN), el partido de extrema derecha capitaneado por Marine Le Pen, con un 31,5% de los votos en las elecciones europeas, este lunes los partidos han empezado a discutir alianzas y estrategias electorales. El reloj ya ha empezado a correr: la primera vuelta de las elecciones será en sólo tres semanas.

Tras los resultados electorales que dibujan un apoyo inédito en la extrema derecha –la RN y la Reconquista de Eric Zemmour suman casi el 37% de los votos–, el reto de Macron es enorme. El presidente ha convocado las elecciones para ampliar su mayoría en la Asamblea. Considera que el enorme apoyo a la extrema derecha en las europeas hará despertar a los franceses y movilizará al electorado moderado. El domingo la abstención rozó el 50%. La RN fue primera fuerza en el 93% de los municipios franceses.

Pero la apuesta es enormemente arriesgada. El riesgo de que la extrema derecha sea la primera fuerza en la Asamblea es más real que nunca. Esto supondría con toda probabilidad de que Jordan Bardella, el cabeza de lista a las europeas y mano derecha de Le Pen, fuese nombrado primer ministro y tuviera que convivir –políticamente– con Macron. No es difícil imaginar que la cohabitación sería explosiva. Más aún: por primera vez, la extrema derecha francesa tendría poder político real. El siguiente paso sería conquistar el Elíseo en 2027. Marine Le Pen se reserva para ella el cargo de presidenta.

Mayoría absoluta de Le Pen

El sistema de elección de diputados en la Asamblea Nacional francesa es complejo. Los diputados se eligen uno a uno en cada una de las 577 circunscripciones, con un sistema de doble vuelta similar al de las presidenciales. Es como si se celebraran 577 presidenciales a la vez en cada comarca, y el ganador en cada circunscripción se convierte en diputado. Con este sistema los sondeos no son del todo fiables, pero según una encuesta de intención de voto realizada hace seis meses, Le Pen se convertiría en el primer partido en la Asamblea y tendría a su alcance la mayoría absoluta. Los resultados del domingo refuerzan esa hipótesis. "Es una oportunidad histórica", ha destacado este lunes la líder de la RN.

El jefe del estado lo fía todo en la cordura de los franceses. Los mismos que han dado un apoyo masivo a Le Pen. "A fuerza de jugar con fuego, el jefe del estado podría acabar quemándose. Arrastrando a todo el país al incendio", escribe este lunes el editorialista de Le Monde Solenn de Royer. La estrategia de Macron pasa por buscar alianzas con partidos moderados que permitan vencer a la extrema derecha. El tiempo le juega en contra al presidente de la República: sólo tiene tres semanas para dar la vuelta a las encuestas y los resultados de las europeas.

Marine Le Pen durante el mitin en París / AFP

Aunque la coalición presidencial no tiene la mayoría absoluta en la Asamblea, algo que ha debilitado al gobierno, y la idea de avanzar las elecciones es “encontrar una mayoría clara para actuar con serenidad y armonía”, pocos se esperaban esta decisión. Según los medios franceses, el primer ministro, Gabriel Attal, intentó disuadir al inquilino del Elíseo, sin éxito.

Alianza de izquierdas

Con la convocatoria de elecciones con tan estrecho margen, los partidos ya han empezado a movilizarse este lunes, sobre todo para tejer alianzas. Macron ya lanzó la noche del domingo la propuesta de una unión de los partidos moderados –todos menos los extremistas a derecha e izquierda– para formar un bloque republicano que plante cara a la extrema derecha y evite que domine la Asamblea. Ante las reticencias de los líderes de los partidos, el presidente ha ofrecido incluso que los diputados republicanos o socialistas puedan unirse individualmente.

Macron parece querer recuperar la idea del "frente republicano" de los años 80, cuando el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen –transformado ahora en Reagrupament Nacional– empezó a ganar terreno político. En aquella época, los candidatos moderados de izquierdas y derechas se pusieron de acuerdo para evitar que ningún candidato de extrema derecha llegara a la Asamblea. En la segunda vuelta de las legislativas apoyaron al otro partido si llegaba un candidato de extrema derecha.

El partido de ultraderecha de Eric Zemmour y Marion Maréchal –la sobrina de Marine Le Pen– quiere aliarse con Reagrupament Nacional para concurrir conjuntamente a las legislativas. Maréchal ha expresado su "deseo ferviente de poder encontrar la manera de unirnos", pero ambas formaciones aún no han cerrado ningún acuerdo.

La sorpresa, sin embargo, ha venido de la izquierda. Los partidos de izquierdas han anunciado este lunes por la noche un acuerdo para concurrir juntos a las legislativas. Socialistas, Francia Insumisa, ecologistas, el partido comunista y otras pequeñas formaciones unirán fuerzas para presentarse como alternativa al ya clásico duelo entre Le Pen y Macron.

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