Consultorio laboral

¿Saturado de reuniones en el trabajo? Míralo así

La consultora Alexandra Masó nos plantea cómo sacar algo bueno de este acto recurrente en la empresa

2 min
Reunión de médicos para realizar el traspaso de información de los pacientes.

Creo que en mi trabajo nos reunimos demasiado a menudo y perdemos tiempo. ¿Crees que tengo que decirlo a los jefes?

José, Barcelona

Mirando el montón de correos que tienes para responder, la lista de tareas pendientes y la agenda –que más que una agenda, parece un tetris–, te preguntas: "¿Necesito realmente otra reunión?" No nos engañemos, es una situación demasiado habitual y, aunque llevamos décadas hablando del tiempo y su gestión, seguimos chocando con los mismos obstáculos. Pero, antes de tratar todo esto y más con tus jefes, damos un paso atrás.

¿Qué se considera realmente productivo en tu empresa? Como explica el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, el núcleo de la cuestión radica en nuestra percepción (y la de la empresa) sobre qué es “tiempo productivo” y qué, “tiempo perdido”. En una empresa en la que la exploración, la creatividad y el aprendizaje sea clave para mantenerse competitivos, las reuniones serán indispensables, al fomentar la reflexión. Quizás no se decide nada en muchas, pero para llegar todos al mismo punto, plantear nuevos retos y encontrar mejores respuestas, es esencial dejar de “hacer” para dedicar tiempo a pensar. Si éste es tu caso, pero sigues pensando que es una pérdida de tiempo, intenta encontrar un beneficio en estas reuniones más allá de la productividad. Por ejemplo, intenta mejorar la escucha activa o poner a prueba tus ideas.

Sin embargo, algo bien distinto es que la política de empresa promueva un exceso de reuniones simplemente porque “queda bien” decir que nos reunimos mucho. Si éste es el caso y no puedes cumplir las tareas por las que te han contratado, entonces sí, creo que tienes que hablar con los jefes. Si después de expresarte la dinámica persiste y las reuniones siguen siendo improductivas, siempre puedes optar por promover una “huelga de reuniones”. Deja de asistir a las reuniones o asiste a todas sin un bolígrafo, y avisa de que te encuentras en huelga.

Sea como fuere, recuerda que el tiempo bien invertido, nunca será perdido.

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