Martín Pérez nació en Barcelona en 1964, la ciudad donde emigró a su familia, ya que, según él mismo, su padre provenía de un pueblo pequeño de La Rioja y su madre había nacido en La Habana. “Siempre digo que mis padres eran unas personas muy trabajadoras y bondadosas. Muchas veces miro atrás y siento que nunca trabajo lo suficiente en comparación con ellos”, admite Pérez. Cuando terminó el instituto estudió administración y dirección de empresas y relaciones públicas en la Universidad de Barcelona. “Solo entrar en la universidad ya me puse a trabajar, porque lo cierto es que siempre había querido ser empresario y tener mis cosas. Los años de la carrera fueron unos de los más maravillosos de mi vida, y actualmente todavía mantengo muchas amistades de esa época. Yo era bastante terrible entonces, lo reconozco, ya veces parece que no haya pasado el tiempo cuando volvemos a vernos”, recuerda.
Emprendedor a los 18 años
Tal y como explica Pérez, durante su etapa como universitario ya creó su primer negocio: una empresa de canguros a domicilio. “Era una idea muy rudimentaria, realmente, pero yo tenía a mis hermanas mayores con hijos y compañeras de clase que buscaban un trabajo como estudiantes. Y creamos una compañía, ZAS, que hacía de intermediaria en ese servicio. Para la época que era, tuvimos que pedir autorizaciones a la policía y todo para poder operar”, recuerda. Más tarde, Pérez se unió al negocio familiar, dedicado a la venta de electrodomésticos: “Estábamos especializados en la venta al por menor, y en una empresa así de pequeña aprendí lo importante que es la atención al cliente y las pequeñas cosas”. Sin embargo, explica cómo la llegada de los grandes almacenes afectó a este modelo de negocio: “Era obvio que nosotros no podíamos competir y acabé entrando en el mundo de los espectáculos por circunstancias de la vida, sinceramente”.
Impulsor de festivales
En 1997 Pérez fundó Concert Studio, dedicada a la organización de conciertos y festivales de música: “Tuve la oportunidad de empezar en este sector gracias a Josep Carreras, que me encargó la organización de un concierto en Barcelona y salió muy bien. Entonces seguimos con la compañía, asumiendo cada vez más espectáculos hasta llegar al renombre que tenemos ahora”. En estos últimos 25 años de trayectoria, Pérez afirma que ha organizado más de 3.000 conciertos en todo el mundo, y desde Concert Studio han creado festivales conocidos por el gran público como el Festival Jardines Pedralbes de Barcelona, el Festival Mil·lenni, el Festival de Cabo Rojo o el Music Festival. “Siempre había sido muy creativo y tuve la suerte de coincidir en un momento en el que toda esta industria empezaba”, recuerda.
Lecciones de vida
"El secreto del éxito de todos estos festivales son la atención a los detalles y la experiencia que se llevan los visitantes. En muchos casos, no sólo es importante la persona que actúa en el espectáculo, sino cómo se siente aquél espectador que ha venido como una actividad de ocio. La educación hacia el público y la excelencia son factores clave para crear un modelo de éxito".
"Nunca me he considerado a alguien capaz de dar consejos, pero siempre digo que el trabajo hay que hacerlo lo mejor posible y, después, mejorarlo aún más. Como empresarios nos fijamos en los aspectos económicos, pero la calidad, el prestigio y la magia que transmitimos al público son valores igual de relevantes".