Navidad 2023

¿Quiénes son los Reyes Magos?

Consejos para afrontar la temida pregunta de Navidad (no lo lea con niños cerca)

Barcelona[ALERTA: ESTE TEXTO CONTIENE ESPÓILERS, NO LO LEA CON NIÑOS]

Y llega un día que los hijos te hacen la temida pregunta. Y no, no es cómo se hacen los niños. Es peor. Puede responder con sinceridad o puede ganar tiempo, como hacemos muchos, con uno: "¿Y tú qué crees"? "Lo primero que debemos hacer cuando un niño pregunta por los Reyes es devolverle la respuesta en formato pregunta: '¿Tú qué crees?'", aconseja Sylvie Pérez, profesora de los estudios de psicología y ciencias de la educación de la UOC. Esta fórmula permitirá saber qué sabe realmente: "Si plantea la pregunta es porque hay una duda razonable y si se la repreguntas le ayudas a desarrollar su duda para después encontrar tú la respuesta más acertada". Y si dicen "me lo ha dicho tal" o "me ha parecido verlo", la experta vuelve a ser partidaria de responder en formato pregunta: "¿A ti te parece que esto es posible?" "Así puedes indagar algo más en qué punto está realmente tu hijo", puntualiza.

Vicky Mateu, especialista en desarrollo infantil, opina que la forma "¿y tú qué crees?" puede servir para "parar el golpe mientras preparas la respuesta". "Si no sabes qué hacer y estás inquieto, te sirve en el momento mientras reflexionas o decide la respuesta con la pareja", explica.

Sylvie Pérez deja claro que no es lo mismo que la duda la tenga un niño a los 7 años que a los 9. "Si está en lo que se conoce como razonamiento mágico, es decir, todavía cree en el mundo animal, plantea cosas que no son reales, etc., alargaría el secreto con respuestas tipos 'los reyes son mágicos'". Ahora bien, si ya ha entrado en la etapa de razonamiento, la psicóloga aconseja alargarlo hasta después de Navidad si no es insostenible. "En este caso debes decirle, pero explicando bien el valor de los regalos, que son una forma de transmitir el cariño, el respeto o las ganas de estar con alguien, en ningún caso hay que matar a la magia", deja claro.

Mateu, en cambio, cree que no hay que rehuir la cuestión aunque estemos a las puertas de Navidad. "Nos puede dar pena sólo si nos cuesta gestionar las emociones de nuestros hijos. La clave es cómo acompañamos estas emociones y es importante transmitirle que entendemos qué siente, que quizás no le ha gustado descubrirlo, pero que continuaremos celebrando la magia de Navidad". Mateu explica que los niños pueden reaccionar de diversas maneras cuando se enteran y algunos pueden enfadarse, sentirse engañados, tristes o frustrados: "Hay un momento de incertidumbre: '¿Y ahora qué pasará? Ya ¿no habrá más regalos? ¿No habrá más Navidad?'"

El papel del hermano mayor

¿Pero qué ocurre cuando el hermano mayor lo sabe y los más pequeños no? "Hay que tratar el tema de forma individual y dejar claro que no puede decirle a sus hermanos porque tienen el derecho de vivir esa magia y fantasía como él", dice Pérez. Una buena fórmula para mantener el secreto es hacerles partícipes. Marc, que tiene un hermano menor, que acaba de cumplir 7 años, ya ha dicho a los padres que ahora él también quiere participar. "Le hemos insistido mucho en que no le diga a su hermano y disimula, ¡pero no ganará el Oscar al mejor actor!", dice Marta.

El hijo de Mercè, de 8 años, ya suelta frases como "es imposible que los Reyes Magos esten en todos lados". Pero en ningún caso, explica la madre, el niño ha preguntado directamente si existen o no. "Estoy convencida de que lo sabe, pero no lo dice porque intuye que es la mejor opción", comenta la madre. Para la psicóloga, en casos como éstos lo aconsejable es seguir el juego. "Cuando quiera la confirmación ya lo preguntará", añade.

Mateu considera que la respuesta dependerá de la familia y, como Pérez, de la edad del niño. "A un niño de 4 años le puedes seguir el juego, en cambio, a un niño de 8 años ya no puedes. Continuar estirando el hilo para mí sería estropear la relación con el hijo. A ciertas edades, y depende de dónde venga la pregunta, debe responderse", opina. No considera que las familias estén "mintiendo" a los hijos, pero sí apunta que a ciertas edades "no se les debe omitir información que para su momento evolutivo ya habrían descubierto", porque esto les puede crear "una desazón" ya algunos niños "los altera".

Lo que sí deja claro la psicóloga es que saber el secreto de los Reyes "no es ningún drama". "Este temor lo tienen muchos padres, pero deben tener claro que no es lo mismo el pensamiento de un hijo de 4 años que uno que ya tenga 8 o más de 10".

Vicky Mateu recuerda que la magia de Navidad puede continuar independientemente de que sepan el secreto o no. "Navidad también son noches largas, más rato para estar en casa, para jugar a juegos de mesa, para compartir y estar juntos...", dice. Y también recomienda hacerles partícipes del "mundo de los adultos". "Una vez aceptada la emoción y acompañada, le podemos preguntar: '¿Cómo quisieras hacerlo este año? ¿Quieres ayudarnos?' Es decir, pasarlo a nuestro bando. Haber descubierto esto quiere decir que se ha hecho mayor y puede tomar un rol diferente. No siempre podemos jugar igual y, en este caso, lo que cambia es el rol en el juego" , argumenta.

Vicky Mateu realiza talleres sobre esta temática donde asisten familias que quieren celebrar Navidad de otra forma, como un juego, por ejemplo, donde el secreto se descubre de entrada porque no quieren "mentir" directamente a sus hijos, pero tampoco quieren dejar al margen la tradición. "Si entiendes de dónde viene la tradición es más fácil entender cómo celebrarla con magia, pero sin mentir al niño", explica Mateu.

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