Música

Wilco, una banda sólida y líquida a la vez en Porta Ferrada

El grupo norteamericano exhibe músculo en Sant Feliu de Guíxols a un mes antes de publicar nuevo disco

2 min
El grupo estadounidense Wilco en concierto en el Festival de Porta Ferrada
  • Festival de Puerta Ferrada
  • Sant Feliu de Guíxols
  • 14 de agosto de 2023

Si algo define a Wilco es que, a pesar de algunas fases más transgresoras y experimentales, siempre se han mantenido dentro de una coherencia personal incontestable. El próximo año la banda de Chicago liderada por el cantante y guitarrista Jeff Tweedy cumplirá 30 años de trayectoria, y 29 de la publicación de AM (1995), su primer disco, enmarcado en el entonces incipiente rock alternativo en la vertiente americana.

Su larga trayectoria hace que gran parte de sus conciertos sea una antología de grandes éxitos, pero la robusta solidez que muestran en directo y que siempre les ha caracterizado hace que el repertorio pase a ser secundario para erigirse en una excusa para seguir militando y defendiendo el rock como la base más orgánica posible para construir nueva música desde la experiencia del directo. Y el público así lo entiende todavía.

El concierto que firmaron el lunes en el 61º Festival Porta Ferrada fue una de las últimas paradas de la gira que ya les llevó el verano del año pasado al Poble Espanyol de Barcelona para presentar el disco Cruel country (2022), un doble álbum de country-folk de manual. De hecho, el final que la actuación en Sant Feliu de Guíxols coincidía con la publicación en las redes de Evicted, uno de los temas de su próximo disco, Cousin, que se publicará a finales de septiembre.

Pese a esta novedad, Wilco no tocaron en primicia ningún tema inédito en el Guíxols Arena, que, aunque no estaba lleno (tiene capacidad para 8.000 personas), permitió disfrutar de la banda sin las aglomeraciones de los festivales masivos: un regalo para los fans leales, para los fans a los que fascina la cantidad de guitarras, pedales y teclados que la banda usa, para los visitantes veraniegos y para las familias que llevaban a sus hijos a un concierto iniciático. También para quienes, ya pasados los cuarenta y los cincuenta, querían reafirmarse cantando versos como If you still love rock and roll, de Missundertood, una de las canciones más aplaudidas de la noche.

El sexteto empezó navegando por los terrenos suaves y sencillos del folk y del country y acabó recuperando algunas de sus piezas más icónicas, como If I ever was a child, Hummingbird, The late great, Jesus, Etc., Heavy metal drummer y I am trying to break your heart. Mención aparte merece Imposible Germany, en el que el guitarrista Nels Cline, con un solo de cinco minutos de rock deconstruido y cercano a la free music, volvió a demostrar por qué la banda le incorporó como miembro fijo en 2004.

Jeff Tweedy y el desconcierto de amar a Estados Unidos

Todo ello dio lugar a un viaje guiado por la mirada de Tweedy, autor de la mayoría de letras: del desconcierto de vivir y amar al mismo tiempo a un país como Estados Unidos con temas como I am my mother y Cruel country —compuestas después de la pandemia y todavía bajo el eco del gobierno de Donald Trump— a piezas sobre su mundo interior y lleno de aristas en clásicos del repertorio como la expansiva Spiders (Kidsmoke), que cerró el concierto. Quizás Wilco ya no sean capaces de ofrecer ningún giro de guion a nivel musical, pero todavía son orgánicos y maleables. Como dijo la compositora galesa Cate Le Bon, productora del disco Cousin, "son una banda mercúrica". Son sólidos y líquidos a la vez.

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