Cupra

Así era el ambicioso plan de Cupra para conquistar Estados Unidos

Analizamos el plan –de momento pospuesto– de los del Baix Llobregat para hacerse un hueco en el mercado estadounidense

Cupra en Estados Unidos
30/07/2025
3 min

Cupra no aterrizará en Estados Unidos en el 2030, tal y como había previsto el anterior director ejecutivo de la marca, Wayne Griffiths. El nuevo escenario internacional, marcado por las incertidumbres relacionadas con los aranceles impuestos por la administración Trump a los productos europeos, y los resultados comerciales de Seat, con una caída del beneficio operativo de la marca del 90% en los primeros seis meses del año, son los dos factores que explican la decisión de la nueva dirección de la marca.

La decisión responde a la voluntad de Seat y Cupra de mantener un estricto control sobre los costes de producción de la marca y centrar los esfuerzos de Cupra en el lanzamiento comercial del nuevo Raval, el primer eléctrico de la marca fabricado en su totalidad en Martorell.

Un proyecto irrenunciable y ambicioso

La misma marca ha emitido un comunicado en el que explica la decisión de posponer su llegada al mercado estadounidense "debido a los retos actuales del sector automovilístico y en respuesta a la dinámica del mercado", aunque subraya que Cupra "está posponiendo, y no cancelando, el proyecto de establecerse comercialmente en Estados Unidos".

La hoja de ruta inicial marcada por Griffiths implicaba abrir hasta 20 nuevos Cupra Garage en varios estados estadounidenses, con especial atención a estados clave como California y Florida, por ejemplo, donde los productos de Cupra podían encajar con el estilo de vida y las preferencias de sus compradores. El ambicioso plan diseñado por el anterior director ejecutivo de Seat y Cupra iba acompañado de un acuerdo con el grupo automovilístico Penske, con experiencia en la competición al otro lado del Atlántico y un rico historial que incluye participaciones y victorias en Nascar, Indycar y Fórmula E, además de Fórmula E, aparte y especializada en vehículos híbridos y deportivos.

Las primeras informaciones provenientes de la marca de Martorell incluso apuntaban a unos objetivos de ventas de unas 100.000 unidades anuales en Estados Unidos ya la posibilidad de instalar una fábrica de Cupra en Estados Unidos para producir coches que se adaptaran más al gusto de los compradores estadounidenses, siguiendo el ejemplo de X, siguiendo el ejemplo de X, X5 y X6 en Estados Unidos.

Llegados a este punto, conviene recordar que el mercado norteamericano es único en todo el mundo, con una fuerte demanda de camionetas o pickup (cada año se matriculan más de un millón de unidades) con potentes motores gasolina de ocho cilindros, una tipología de vehículos que ningún fabricante europeo ha considerado nunca seriamente, y con fuertes diferencias entre las preferencias de los compradores de las grandes ciudades de las dos costas del país y los del interior. En cualquier caso, un vehículo como el Cupra Formentor, el gran éxito de ventas de la marca en Europa y espina dorsal de la oferta comercial de Cupra, es poco adecuado para el mercado estadounidense, donde los todocaminos cupé deportivos de tamaño compacto tienen poco predicamento entre el gran público.

En este sentido, el plan de Cupra para hacerse con un hueco en el mercado norteamericano pasaba por los eléctricos puros como el Tavascan, el Born o el futuro Raval en las grandes metrópolis costeras como Los Ángeles o Miami, pero sin descuidar la oferta de vehículos híbridos e híbridos enchufables a los que enchufan de altas prestaciones que atrevido y pasional, y de ahí la importancia de su asociación con Penske. Cupra incluso había llamado a un referente para liderar la marca durante su aterrizaje en Estados Unidos, el alemán Bernhard Bauer, que durante los últimos diez años había sido jefe de Seat y de Cupra en Alemania, donde consolidó un crecimiento de ventas realmente espectacular. De hecho, Bauer fue uno de los artífices del posicionamiento de Cupra como una marca aspiracional, convirtiéndola en la marca de mayor crecimiento comercial en Alemania en los últimos cinco años, y que en un contexto de descenso generalizado ha seguido creciendo un 67,6% durante los primeros seis meses del año.

El modelo de crecimiento alemán, basado en un posicionamiento aspiracional, vehículos tecnológicos de altas prestaciones y una identidad de marca con personalidad propia vinculada a los eventos sociales y deportivos y un estilo de vida urbano y activo, debía ser el que quería replicar Cupra en Estados Unidos. Ahora habrá que ver si en un futuro el contexto social, económico e industrial permite generar el escenario adecuado para facilitar el aterrizaje definitivo de Cupra en el mercado estadounidense.

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