Citroën C5 X, el primer gran fracaso importado de China
La marca francesa retira el C5 X de su catálogo europeo debido a las bajas cifras de ventas en Europa
En 2021 Citroën anunció la llegada al Viejo Continente de una berlina del segmento D con la que quería hacerse un hueco en el mercado europeo, en un segmento claramente dominado por los coches premium alemanes Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes-Benz Clase C. Este modelo era el C5 X, una especie de berlina crossover a medio camino de una carrocería familiar o wagon y un SUV o todocamino de corte cupé, un modelo de 4,8 metros de largo y 1,48 metros de alto con una personalidad propia lo suficientemente marcada.
El C5 X se ha fabricado durante los últimos años en la planta china de Chengdu, en el interior del gigante asiático, fruto de un acuerdo de colaboración del grupo Stellantis con el fabricante local Dongfeng, con la idea de satisfacer la demanda interna de China e intentar el asalto al mercado europeo, con cifras de ventas optimistas. A su favor jugaba una mecánica híbrida con etiqueta Eco o híbrida enchufable con etiqueta cero, una alta calidad percibida en sus interiores y un buen surtido de extras de serie que le posicionaban como un digno competidor en el segmento de las berlinas europeas.
La apuesta del Citroën C5 X era arriesgada y contaba con el visto bueno del entonces director ejecutivo del grupo, el portugués Carlos Tavares, pero el alto precio del modelo final –entre los 35.000 y los 50.000 euros–, y el hecho de ser un vehículo fabricado en China de una marca general. De hecho, por menos de lo que costaba un C5 X con mecánica híbrida enchufable los compradores podían adquirir un Skoda Octavia RS, o por el mismo precio comprar un BMW Serie 3 o un Mercedes Clase C con potencias iguales o superiores. Eso sí, siempre con mecánicas de combustión, pero fabricadas en Europa y con el sello de calidad que se presupone a un modelo premium alemán.
Poco más de 4.000 coches vendidos en Europa
Con estos condicionantes es fácil entender las causas del fracaso comercial del Citroën C5 X, un vehículo hecho ay para China y que tenía pocas papeletas de competir en Europa. A modo de ejemplo, basta recordar que Citroën vendió sólo 4.296 unidades del C5 X en Europa durante todo el año 2024, mientras que BMW vendió más de 90.000 unidades del Serie 3 en el mismo año en todo el Viejo Continente.
El batacazo comercial de Citroën ha sido tal que la marca francesa ha decidido abandonar el segmento D de las berlinas y vehículos sedán de tres volúmenes, dejando toda la responsabilidad del grupo Stellantis en este segmento de mercado en el nuevo Peugeot 508, otra de las arriesgadas apuestas de Tavares, pero que por el momento mantiene el tipo en el miércoles. Citroën se centrará a partir de ahora en vehículos utilitarios y todocaminos urbanos de los segmentos B y C, como los nuevos C3, C3 Aircross y C4.