Agitados y removidos

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Agitats y removidos

El pobre James, hablo obviamente de Bond -James Bond- habría pasado también una mala semana. La actualidad no está agitada, sino intensamente removida como el peor Dry Martini.

A Pedro Sánchez se le ha complicado la vida más de lo que se pensaba con el caso Pegasus y, si por el momento ha salvado a la ministra de Defensa, la coalición con Unidas Podemos no pasa un día sin una fuerte contradicción pública.

Liderazgo deslucido

A Sánchez se le está apagando la estrella con la inflación, el ruido dentro del ejecutivo, problemas con ERC y, sobre todo, con la emergencia de un PP menos irritable en las formas y menos errático en el fondo. De hecho, esta semana la ley de seguridad nacional del PSOE ha superado un primer obstáculo gracias al apoyo del PP, Ciutadans y Vox, y con la oposición de la mayoría de la investidura.

El distanciamiento del PSOE de ERC y la aproximación a otras fórmulas parlamentarias llevaba meses dando señales en el Congreso y con los presupuestos aprobados y, sobre todo listos para poder ser prorrogados, la utilidad de los republicanos en las Cortes va de baja. Con la crisis del espionaje del CNI con Pegasus a los independentistas y con la mesa de negociación sin resultados tangibles, las estrategias de cara a las elecciones municipales en Catalunya y autonómicas andaluzas pasa por ponerse a distancia mutuamente.

Preparando el retorno del rey

Tampoco el próximo regreso del rey emérito será una píldora fácil de tragar para sus socios con un PSOE convertido en el principal valedor de la monarquía sin haber realizado profundas reformas. Lo que debía ser una ley de la Corona que limitara la inviolabilidad del rey se ha quedado en algunas medidas cosméticas sobre transparencia y el retorno del padre del monarca lleva meses preparado. Ha empezado ya una intensa campaña de los cortesanos mediáticos y de algunos empresarios fans del campechano para recuperar la imagen y la respetabilidad de Juan Carlos I para olvidar las comisiones, los impuestos evadidos, las relaciones con las satrapías del Golfo y las historias del sainete sentimental que salieron a la luz con el escándalo de la Sra. Larsen, que se negó a hacer de chivo expiatorio.

La lengua y los socios

En Catalunya, el gobierno de ERC y Junts vive una sólida mala salud de hierro aunque fuentes muy cercanas al Gobierno aseguran que se "trabajan todos los escenarios". ERC debe decidir sobre el pacto lingüístico y la situación de la presidenta del parlamento cuando intervengan los tribunales y, además, ambos socios tendrán que competir electoralmente en breve en cada municipio y cada diputación.

Acuerdo lingüístico

Que Junts se haya descolgado del pacto por el catalán en la escuela es una ruptura histórica. Siempre el catalanismo había tenido una herramienta de integración y cohesión social a través del catalán.

El TC disparó a la línea de flotación de la escuela en catalán con la sentencia del Estatut de 2010 y el TSJC ha concretado el desafío, pero es responsabilidad de la política llegar a consensos sin autoengañarse en la interpretación de la realidad y protegiendo a los centros educativos y a sus claustros. El portavoz, Josep Rius, ha anunciado que presentará una propuesta, pero la retirada del acuerdo firmado en el Parlament no es una buena noticia para su credibilidad negociadora.

Matrimonio de conveniencia

Las aguas están agitadas en Junts pese al acuerdo entre Jordi Turull y Laura Borràs por ser secretario general y presidenta del partido y no oponer candidaturas en el próximo Congreso. El espacio del independentismo heredero de los liberales y conservadores de convergencia ha evitado el enfrentamiento interno dando a Laura Borràs el protagonismo político. No habrá enfrentamiento y el liderazgo comunicativo de Borràs y la capacidad de hacer partido de Turull sumarán esfuerzos. Pero el acuerdo no resuelve las tensiones internas de fondo con visiones enfrentadas sobre la estrategia del partido que se divide entre los más pragmáticos y los más verbalmente arropados.

En palabras de un miembro de Junts: Turull ha «dilapidado el esfuerzo de contención de una forma de hacer que se puede calificar de prepolítica en infinidad de temas».

Pese a los murmullos internos, Laura Borràs llega con su equipo al liderazgo del partido con su poderosa capacidad de comunicación y su determinación intactas. En mejor posición para hacer frente a la tormenta judicial y tensionar la relación con ERC. ¿Tensionar sin romper? Como es habitual entre los dos socios, la sangre no llegará al río y, en palabras de un miembro de Junts: «a lo sumo, romperemos el pacto de la Diputación para marcar perfil».

Semana agitada, removida y que traerá resaca.

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