El análisis de Antoni Bassas: 'Colau, la denuncia y el código ético'

Entiendo los argumentos de Colau. Ahora bien, como los 'comuns' han puesto el listón ético tan alto y se han presentado como la nueva política regeneradora, la situación invita a la sonrisa y a sugerir que en general, lecciones, las justas

20/01/2022
3 min

Dos comentarios sobre la licencia por edad al Parlament. Uno del año pasado, el 2021, cuando, según lo que explica la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ya se había empezado a trabajar para reformar la licencia y el Parlament concedió 12 licencias más. Se solicitaron mientras se negociaba la reforma del modelo que llevaría las condiciones para tener derecho a este permiso privilegiado. 

Hoy explicamos que como las solicitudes se presentaron antes del endurecimiento de las medidas, la secretaría general del Parlament las aprobó y ahora estas 12 personas pueden optar a cobrar durante cinco años, de los 60 a los 65, sin trabajar. ¿Se podrán revertir estas licencias? Difícil, porque en el acuerdo de la mesa de diciembre quedó establecido por unanimidad de los partidos que “las licencias por edad autorizadas antes de la vigencia de estas normas [las que ya se estaban aprobando aquel día] se rigen por la normativa anterior”. Es decir, que, hasta muy entrado el año pasado, entre los partidos de la mesa del Parlament (PSC, Esquerra, Junts y la CUP) no había el sentido de urgencia y la conciencia de que estos permisos eran indefendibles.

El otro comentario. Ayer le volvieron a preguntar al anterior presidente del Parlament, Roger Torrent, sobre el caso y dijo: "Si hubiéramos tenido la información que se tiene ahora habríamos actuado de otro modo". Esta excusa tampoco es admisible. Fuera del hecho que el presidente del Parlament tiene que saber qué nóminas está firmando, ayer ya explicamos que el Síndic de Comptes –que se encontró con el mismo caso (porque la Sindicatura de Comptes depende del Parlament) y perdió el caso en los juzgados, que dieron la razón al trabajador– declaró ayer a Tv3: “Me reuní con todos los presidentes del Parlament y todos los secretarios generales” para que cambiaran la situación. Pero nadie le hizo caso. Sí que lo sabían.

La reacción de los partidos más directamente concernidos cuando han tenido que dar explicaciones no ha estado a la altura. Hace crecer la desconfianza de la gente en las instituciones. Y todavía otra derivada: hemos denunciado mil veces que Catalunya está mal financiada en relación al esfuerzo fiscal que hace, y noticias como esta (que estamos pagando 1,7 millones de dinero público a 21 personas que están cinco años en casa sin trabajar y ocupando plaza de funcionario) ponen más el foco sobre cómo gastamos el dinero que sobre por qué nos falta.

Y más del día: la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tendrá que ir a declarar ante un juez el 4 de marzo como investigada por subvenciones y contratos a asociaciones como por ejemplo el Observatori DESC, donde Colau trabajó, y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), de la cual fue cofundadora y portavoz. El juzgado de instrucción 21 de Barcelona ha aceptado una querella de la Asociación por la Transparencia y la Calidad Democrática que acusa a Colau de prevaricación, fraude en la contratación, malversación, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas a un funcionario público. Como el código ético de los comuns establece que el cargo electo que sea imputado por delitos como estos tiene que dimitir, ayer apareció la alcaldesa a puntualizar que no dimitirá, porque corrupción sería haberse enriquecido ella o haber financiado el partido.

Veamos, la Fiscalía ya investigó una denuncia similar el año pasado, pero acabó archivándola por falta de indicios de delito. La asociación que la ha denunciado (Asociación por la Transparencia y la Calidad Democrática) es anónima, no tiene portavoz y se comunica con los medios por correo electrónico. O sea que todo está cogido con pinzas. Entiendo los argumentos de Colau. Ahora bien, como los comuns han puesto el listón ético muy alto y se han presentado como la nueva política regeneradora, que la alcaldesa matice e interprete el código ético ante un caso concreto que la afecta invita a la sonrisa y a sugerir que en general, de lecciones, las justas.

Un recuerdo para los exiliados y para los represaliados. Y que tengamos un buen día.

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