El análisis de Antoni Bassas: 'Govern Aragonès, ausencias y presencias'

El mensaje que Jordi Sànchez enviaba escogiendo a Giró era triple: al mundo en general, para demostrar que Junts todavía era capaz de captar independientes con nombre dentro de la sociedad civil; a Esquerra, para que no se creyera que tenía la exclusiva de la simpatía del 'establishment' catalán, y a la Moncloa, por los mismos motivos

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Este anochecer a las ocho y media, Pere Aragonès tomará posesión del cargo de president de la Generalitat, con una ceremonia en el Pati dels Tarongers. El encargado de poner el medallón presidencial a Aragonès será su antecesor, el president Quim Torra. Aragonès se lo pidió personalmente y Torra aceptó.

Entre los 40 asistentes estará Oriol Junqueras, el líder de Esquerra, que saldrá expresamente para la ocasión con permiso penitenciario. Se encontrará al ministro Miquel Iceta, que nunca ha visitado a Junqueras en Lledoners, a diferencia, por ejemplo, del presidente Montilla.

Esta mañana, en una entrevista en RAC1, Aragonès ha afirmado que su relación con Junqueras es tan buena que no tiene que “matar al padre” y ha recordado que tenemos un president en el exilio, Carles Puigdemont, que en la mesa de diálogo irán a hablar de autodeterminación y amnistía y que si el gobierno central quiere hacer una propuesta para que la acabemos votando los catalanes, esta consulta tendría que incluir la opción de “independencia”.

Sin embargo, ya saben que la autodeterminación y la amnistía el gobierno español no las acepta. Pero sí el indulto. De hecho, hoy El País informa que el gobierno español se inclina por conceder el indulto a los presos políticos y reformar el delito de sedición en el Código Penal, de forma que comportara penas de prisión menos largas y que ya se pudieran beneficiar los condenados por el 1 de Octubre. El Tribunal Supremo enviará un día de estos su informe a La Moncloa. Será un informe contrario a los indultos, puesto que los presos no han expresado ningún arrepentimiento, y todo esto se le girará en contra a Pedro Sánchez, pero él sabe que es mejor que lo haga ahora (depende de los votos de Esquerra en el Congreso ) que no cuando se acerquen las elecciones. 

Mientrastanto, Aragonès está acabando de cerrar su Govern. Hoy explicamos que los confirmados de ERC hoy por hoy son Laura Vilagrà (Presidència), Roger Torrent (Empresa y Treball) y Teresa Jordà (Agricultura y Acció Climàtica), mientras que de JxCat hay que anotar a Jaume Giró (Economia), Josep Maria Argimon (Salut) y Victòria Alsina (Acció Exterior y Transparència). Para la conselleria de Educación todo apunta a Josep González Cambray, ahora director general de Centros Públicos. 

También se perfila como conseller de ERC Joan Ignasi Elena, que podría ocupar la cartera de Interior. Por parte de los republicanos todavía quedaría por asignar la conselleria de Feminismes e Igualtat, que podría ocupar la hasta ahora consejera de Salut, Alba Vergés, y la conselleria de Cultura, para la que no hay pistas consistentes.

En esta lista falta un cargo importante, el de vicepresident. Tenía que ser Artadi, que dijo que no quería entrar ni de consellera. Lo tenía que ser Josep Rius, pero también dijo que no. A la hora en la que les hablo, el más bien situado seria Jordi Puigneró, el hasta ahora conseller de Polítiques Digitals, que continuaría siéndolo. 

Las ausencias de Artadi y Rius son políticamente significativas. Sí, hay que leerlas –sobre todo en el caso de Artadi–, como un desacuerdo final con la exclusiva negociadora de Jordi Sànchez de los últimos días y el resultado final del acuerdo, que no ha recibido ninguna crítica ni ningún aplauso de Carles Puigdemont, de quien los dos son personas de máxima confianza. Y Rius es, también, persona de la máxima confianza de Artadi. Con todo, Rius ha explicado a su entorno que apenas hace tres meses que es diputado (antes era cargo de confianza en Presidència) y que pasar en tan poco tiempo de diputado a conseller y vicepresident le parecía correr demasiado por la vida (aparte del peaje familiar), teniendo en cuenta que él es vicepresidente de Junts, un partido muy joven, con un grupo parlamentario grande, con muchos frentes abiertos, que pide mucho trabajo. Rius, además, tiene buenos contactos con La Moncloa, de forma que puede ayudar en la mesa de diálogo sin necesidad de estar en el Govern, con una interlocución discreta. Su nombramiento en el Govern estuvo sobre la mesa de Junts, pero al final entre todos decidieron que no. Queda claro, sin embargo, que en ningún caso Puigdemont ha pedido ni a Artadi ni a Rius que no entraran en el Govern. Tampoco les animó a hacerlo. 

Y entre las presencias, la más sorprendente ha sido la de Jaume Giró, un independiente en una cartera clave. Giró es periodista y graduado en dirección de empresas. Ha pasado por Gas Natural, Repsol y La Caixa. Fue director general adjunto de CaixaBank y director general de la Fundació La Caixa. Partió peras con Isidre Fainé después del traslado de la sede de La Caixa a Valencia (Giró no estaba de acuerdo), y en marzo se presentó junto a Joan Laporta a las elecciones a la presidencia del Barça, a pesar de que se marchó justo después de la victoria.

Una persona de Junts me decía que el mensaje que Jordi Sànchez enviaba escogiendo a Giró era triple: al mundo en general, para demostrar que Junts todavía era capaz de captar independientes con nombre dentro de la sociedad civil; a Esquerra, para que no se creyera que tenía la exclusiva de la simpatía del establishment catalán, y a La Moncloa, por los mismos motivos. Por razones como estas el mismo diputado Joan Canadell ha aplaudido su nombramiento.

Giró es un independiente, pero esto no se tiene que confundir con ser un técnico en sentido estricto, porque aunque viene del Íbex y la filantropía de La Caixa, es un profesional que conoce a todo el mundo que se menea con alguna importancia tanto en Catalunya como España, y esto quiere decir políticos, empresarios y periodistas. En este sentido, Giró es mucho más político que técnico, porque como administrador de muchos recursos su palabra ha sido decisiva para la suerte de muchos proyectos que han empezado o acabado en este país. Por cosas como esta el líder sindical Javier Pacheco ha criticado el nombramiento.

Así empieza la semana. Este anochecer, cita en el Palau. Después, los consellers y conselleres del nuevo Govern. De fondo, este enorme –otro– chiste de Ferreres: “Acabo de leer que Marruecos tiene un ministerio de derechos humanos" - "No sé qué tiene de extraño, aquí tenemos un ministerio de Justicia".

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea del covid-19, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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