El análisis de Antoni Bassas: 'Partidos mágicos y realistas'

¿Es realista pensar que con más del 50% de votos se puede reactivar la DUI? Una DUI no es un plan de Cercanías. Tampoco podemos cometer el error de pensar que el realismo está al lado de los no independentistas. ¿O es que el federalismo no es pura magia?

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Article Bassas

La campaña electoral nos está trayendo los primeros debates electorales. Y digamos ya de entrada que ver a la extrema derecha en los debates o en las informaciones de los medios públicos, TV3 y TVE, es impresentable. Que la Junta Electoral lo permita porque ha declarado a Vox “grupo político significativo” cuando Vox no tiene representación en el Parlament es dar a la extrema derecha un altavoz que no le corresponde (todavía; ya vendrá, por desgracia) y que lo use para ensuciarnos a todos con frases como las que pronunció ayer su representante refiriéndose a según qué barrios de Catalunya: “estercoleros multiculturales”. Es el caso de libro de un partido que se cargaría la democracia aprovechándose de una interpretación generosa de los derechos democráticos.

En este debate, y en estos primeros días de campaña, han aparecido las apelaciones al independentismo mágico. Lo hizo aflorar ayer Carles Riera, de la CUP, cuando dijo que la DUI que propone Junts per Catalunya si hay más de un 50% de voto independentista es mágico, como lo es el de Esquerra cuando pacta con el PSOE en Madrid o insiste en las mesas de diálogo. Cuando Laura Borràs dijo eso de la DUI, Salvador Illa le contestó un “Esto no te lo crees ni tú, Laura”. Claro que Illa también se apuntó a la magia cuando dijo, hablando de la pandemia, que “no estamos tan mal”.

Desde Catalunya, no creo que tenga mucho sentido enfocar estas elecciones como si fuera un concurso de a ver quién es más independentista. Me parece infantil. Cuando los dos grandes partidos tienen presos políticos y exiliados y un montón de procesados, me parece que la competición, más que infantil, es de mal gusto y profundamente injusta. Y lamento, claro, que la competición de a ver quién es más independentista la hagan los propios partidos.

Otra cosa es que nos preguntemos, antes de ir a votar, quién tiene un mejor plan para lo que sea, en este caso, para la independencia. ¿Quién es más realista y más mágico? ¿Es realista pensar que con más del 50% de votos independentistas se puede reactivar la DUI? Primero hay que conseguir este porcentaje, y la desunión de los dos grandes partidos de estos años no genera mucho entusiasmo, la verdad. Una DUI no es un plan de Cercanías, que es cuestión de presupuesto y voluntad política, para hacer una DUI hay que contar con la gente, y la pandemia es un actor político relevante, en estas elecciones, de forma que esta no es la sociedad de octubre de 2017. En cambio, es verdad que tiene sentido salir con una apuesta de máximos antes de hacer renuncias. ¿Es más realista una mesa de diálogo? Es más realista porque se ha hecho una pero el resultado ha sido descriptible. Solo una serie de conversaciones secretas podría empezar a desencallar algo.

Tampoco podemos cometer el error de pensar que la magia está en el lado independentista y el realismo en el lado de los no independentistas. ¿O es que el federalismo no es pura magia en la España de hoy? ¿O considerar que España se convertirá pronto en un estado plurinacional? 

Dicen que la política es el arte de lo posible, pero también es verdad que aquello que parecía imposible ha pasado, sobre todo si detrás había suficientes fuerzas acumuladas. Y que sin una ilusión, basada en una creencia compartida, no hay manera de cambiar la realidad. Miren lo que ha pasado en Catalunya en los últimos años, cuando era un país donde el independentismo era minoritario. En estas elecciones, el realismo y la magia están bastante repartidos.  

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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