Un apunte vasco

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Carteles de los candidatos de EH Bildu y del PSOE-EE en el País Vasco.

La novedad en la campaña de las elecciones vascas no habrá sido que se apareciera el fantasma del terrorismo etarra, sino que lo haya hecho invocado por los socialistas, y no por el PP (Vox no pinta nada: un aliciente más de la política vasca). El candidato socialista a la Lehendakaritza, Eneko Andueza, se recordó repentinamente de Santiago Oleaga, el director financiero deEl Diario Vasco que fue asesinado por ETA, de siete disparos por la espalda, en el 2001. Lo hizo en un acto organizado por este medio, y al hacerlo interpeló a su rival de EH Bildu, Pello Otxandiano , recriminándole que no se refiriera a ETA como banda terrorista. En efecto, EH Bildu no suele hablar del terrorismo de ETA porque exige que antes se reconozca la existencia del terrorismo de estado (de España) que durante muchos años actuó también en el País Vasco. Andueza calificó a Otxandiano de “cobarde”, y Otxandiano se fue por los setos planteando si debemos considerar terrorismo lo que hace hoy Israel en Palestina (de hecho, nos permitimos añadir, muchas voces dentro de la comunidad internacional lo califican de genocidio ), e intentó así rehuir la cuestión que se le planteaba. Naturalmente, la confrontación que han buscado los socialistas con EH Bildu, que junto al PNV deben ser los socios más sólidos con los que cuenta Pedro Sánchez de hace cinco años, debe entenderse en el contexto de una recta final de campaña en el que todos los vaticinios apuntan a unos excelentes resultados de la izquierda aberzale, mientras que se esperan unos malos suficientes para el PSE, que vendrían a sumarse al fracaso obtenido en las elecciones gallegas. Y naturalmente, también, la búsqueda del cuerpo a cuerpo del candidato socialista con el de EH Bildu actuó como un reclamo para el PP: Feijóo salió de repente con la indecente matraca que la derecha española revuelve desde los tiempos de Aznar, el asesinato de Miguel Ángel Blanco, la creación de ¡Basta Ya! y otros momentos estelares de la infamia.

El, digamos, enfrentamiento entre Andueza y Otxandiano sobre cómo nombrar a los terroristas tiene las horas contadas porque la campaña ya acaba y porque el PSOE seguirá dependiendo de EH Bildu para mantener la mayoría que Pedro Sánchez ha logrado aglutinar a su alrededor. Pero Andueza y los socialistas deberían saber -de hecho, seguro que lo saben- que el camino que ha hecho la sociedad vasca en los últimos doce años es impresionante en cuanto a capacidad de afrontar una ruptura social extraordinariamente grave desde una mirada adulta, y desde la convicción de la necesidad de posibilitar la convivencia a pesar del dolor y la rabia. Seguro que saben también que EH Bildu ha sido y es un instrumento esencial para que este camino sea posible. Ni las urgencias de campaña, ni la victoria (que sería histórica) este domingo de la izquierda aberzale, que encendería toda la maquinaria difamatoria del nacionalismo español, deberían poner en cuestión ese rol fundamental de EH Bildu. En cuanto a la precampaña catalana, no debería ser basquitis decir que se echa de menos, justamente, la mirada adulta.

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