El catalán, Baleares y el TC
Se suele caer en el error de hablar de la situación de la lengua catalana por comunidades autónomas del estado español, como si lo que sucede en cualquier lugar de la catalanofonía (para utilizar el término de Miquel Àngel Pradilla: para entender la situación actual del catalán, y tener argumentos para pensar, es absolutamente recomendable su libro Reflexiones sociolingüísticas desde el medio de la catalanofonía) no afectara también al resto. En el caso de Catalunya, que el Gobierno impulse un Pacto Nacional por la Lengua, o que el gobierno de España promueva la oficialidad del catalán en Europa —dos noticias importantes que pueden ser decisivas, si todos logran superar las rabietas partidistas— no debe hacer olvidar que, sin Baleares y la Comunidad Valenciana, cualquier iniciativa sobre el catalán queda irremediable. En el caso del Pacto Nacional por la Lengua es obvio que no se puede contar con la adhesión, en ninguna forma, de los actuales gobiernos de Baleares ni de la Generalitat Valenciana: es más, en el caso improbabilísimo de que estas adhesiones pudieran llegar a plantearse, serían en cualquier caso contraproducentes. Pero sí se pueden intentar buscar vínculos con otras instituciones —las universidades tienen una importancia clave— o las diversas entidades que trabajan a favor de la lengua desde la sociedad civil, como Acció Cultural del País Valencià, Escola Valenciana, el Instituto Interuniversitario Joan Lluís Vives o la Obra Cultural Balear.
Este mismo fin de semana, la Obra Cultural Balear ha tenido que desmentir otra información falsa, o al menos tendenciosa, del Govern Balear con relación al catalán. En efecto: no es cierto, como esparció el Govern, que el Tribunal Constitucional haya avalado su medida de eliminar el requisito de catalán de la sanidad pública de Baleares. Lo que hizo el TC la semana pasada fue pronunciarse sobre una cuestión puramente formal de un primer recurso, presentado por la OCB a través de 50 diputados socialistas y de Sumar. Sin embargo, el tribunal no entra en los motivos de inconstitucionalidad de la eliminación del catalán de la sanidad pública, lo que deberá hacer cuando entre a valorar el segundo recurso presentado por la propia OCB, después de que el PP derogara su propio decreto debido a un desbarajuste legislativo causado por su propio grupo parlamentario, cuando votó favorablemente por error a un paquete de .
La cosa es enrevesada (y absurda y grotesca), pero el resumen es que lo que no puede decir el gobierno Prohens es que el TC da por buena su política lingüística contraria a los derechos lingüísticos de los catalanohablantes, porque eso no ha ocurrido. de hacer todos, y hasta donde pueda estar, todos a la vez y en todas partes. Que el marco de las autonomías perjudica también la normalidad del catalán ya lo sabemos;