El Círculo, Vicens Vives y Lluís Torner

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Lluís Torner durante la conferencia Jaume Vicens Vives del Círculo de Economía en la Casa Milà de Barcelona.

El pasado lunes, en un acto en la Pedrera, el Círculo de Economía nos recordó que ya tiene cierta edad. Lo hizo homenajeando a sus 33 socios vivos que lo son desde hace 50 años. Ha recordado también que el 16 de octubre de 1958 Jaume Vicens Vives pronunció en el Cercle una conferencia memorable: El capitán de industria español en los últimos cien años. Con ese motivo ha instaurado una serie anual de conferencias Vicens Vives. La primera fue impartida en el acto mismo por el profesor Lluís Torner, director del ICFO. Me referiré a ello más adelante.

En el acto se repartió el texto de la conferencia de Vicens Vives, que yo no conocía. Lo he leído y pensado que podría dedicar este artículo a reflexionar sobre las permanencias que su lectura me suscita.

El texto recoge muy bien lo que ha sido el espíritu fundacional y continuado del Círculo. Es un texto que expresa la voluntad de modernización de la economía española desde una perspectiva catalana. Lo hace desde una voluntad de integración en el recién estrenado proyecto europeo con el Tratado de Roma. No se habla de la democracia o la lengua prohibidas, pero laten en cada página.

La conferencia es anterior al Plan de Estabilización de 1959 y aún tardaríamos 27 años en incorporarnos a Europa. Pero no existe en el texto el más mínimo indicio de una inclinación proteccionista. Vicens es muy consciente de que el futuro debía ser Europa y que nuestra economía viviría sujeta al viento de la competencia de, al menos, todo un continente. Ahora bien, Vicens Vives no reniega del pasado proteccionista de Cataluña, ni de sus capitanes de industria, sino que hace una distinción muy interesante. Nos viene a decir que en su día el proteccionismo fue la expresión de una visión económica que ponía el acento más en la producción que en el consumo. Es decir, y simplificando, era más importante para el futuro de la economía española disponer de fábricas que tener como primera prioridad la disponibilidad de objetos de consumo. Debo decir que, adaptada a nuestros días, comparto la actitud de poner más énfasis en la producción que en el consumo. Hoy llevamos ya casi 40 años en un área comercialmente integrada y en constante expansión. Para el consumo es lógico y oportuno que aprovechemos al máximo las oportunidades que nos da el marco europeo. Lo hacemos orientados por la calidad, los precios y quizás otros factores como la preferencia por la proximidad –que yo comparto para cosas como los productos alimenticios o los culturales, pero no para otros, como la energía–. Pero es en la producción que marcamos el carácter de nuestra economía: en lo que hacemos y en lo que exportamos o impactamos en el mundo. Cuando voy a una buena exposición de arte en Cataluña, oa un buen musical, disfruto como consumidor, pero como ciudadano me fijo en dónde se ha organizado, es decir, en quien lo produce. Si es de aquí me satisface emocionalmente y también intelectualmente: sé que es una buena señal para nuestro futuro económico. Sin embargo, si se trata de una importación llave en mano no me acaba de hacer feliz.

La conclusión de la conferencia de Vicens Vives apunta en la misma dirección que les estoy indicando, y eso me reconforta. Señala Vicens que la competitividad -la calidad- de nuestra economía en un futuro, que ya es el presente, dependerá de nuestra creatividad. Podríamos decir el valor potencial generado en el territorio. De no contentarse con "poner en Barcelona una pequeña sucursal, de comenciante al por menor". Su último párrafo es: "La creación –en las notas preparatorias manuscritas nos habla de "crear algo con personalidad"– se hace de dentro para fuera, estar ordenado y estructurado de fuera hacia adentro es síntoma infalible de decadencia total".

En el texto también nos dice que la posibilidad de la creatividad se basa en el conocimiento ("de convertir al menos a quince millones de españoles –incluidos los catalanes– en seres pensantes"). No sé si Vicens Vives estaría satisfecho si viera a dónde hemos llegado. Es razonable suponer que, de todos modos, nos seguiría espoleando. Pero, en cambio, estoy seguro de que habría aplaudido con entusiasmo la conferencia del profesor Torner: Una fuente inagotable, un futuro de oportunidades. También para él, el futuro es la creatividad. Nos presenta, en sus palabras, "un programa para las próximas décadas, centrado en la importancia de la búsqueda de frontera global como motor de desarrollo económico sostenible por una sociedad avanzada económica y socialmente como la nuestra". Léalo.

Andreu Mas-Colell es economista, UPF, BSC y BIST
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