Un día más con el señor feudal
El dueño del mundo hizo un discurso en el que se dirigió a su "mejor amigo" (léalo junto, "mejoramico", con el significado de cuando eres menor de edad), Elon Musk, y lo elogió por su recorte en el gasto público, que –lo leíamos en el ARA– "ha supuesto el as".
Recortar en "funcionarios" queda bien en todas partes. Los funcionarios, en todo el mundo, desde que existen, son un cliché. El cliché del vago, que siempre va a desayunar, que trata muy mal y sin ganas de solucionar nada y que se entretiene leyendo noticias deportivas o del corazón. No son, sino que representan. Es como matar a los Romanov, pero de forma más fina, a la americana.
Ignoro cuál es el coste de despedir a estas personas que me afiguro que tenían –y eso es el principal motivo de envidia hacia ellos– trabajo fijo. Donald Trump los echa para "adelgazar" la administración y hacer realidad la frase "Fuera el estado de mi bolsillo". Pero adelgazando la administración destruye puestos de trabajo. Los envía al paro. Y debe pagarles subsidios, claro. Estas personas cobrarán igualmente del estado y del bolsillo de los americanos, pero esta vez ya sin hacer nada. Cuando se acabe el paro tendrán que buscar otros trabajos, y mientras tanto no irán a cenar, ni al teatro, ni pagarán Netflix, ni cogerán taxis, ni comprarán flores, ni vino, ni cosas de las consideradas superfluas. No pagarán canguros, ni señoras de realizar trabajos, ni extraescolares. La economía se resentirá. Cuando quieran ir a pedir ayudas o subsidios, se encontrarán con que no hay funcionarios que les ayuden con los trámites.
Y he aquí cómo, un día más, el señor feudal dispone. Un día más, demuestra una nariz de lo más extraordinaria para detectar el –digamos– malestar de la opinión pública y un cerebro de lo más ordinario para inventarse una –digamos– solución.