Ha muerto Francesc Moll Marquès, que desde 1967 hasta 2014 estuvo al frente de la editorial Moll, fundada en 1934 por su padre, el lingüista Francisco de Borja Moll Casasnovas, y activa hoy con el nombre de Nueva Editorial Moll, impulsada por Antoni Mir. Francesc Moll era hermano de Aina Moll (lingüista y primera directora general de Política Lingüística de la Generalidad de Cataluña), de Josep Moll (un dirigente histórico del socialismo catalanista de Baleares) y de Joan Moll Marquès, que como pianista sobresalió en la grabación y divulgación de la obra de Antoni Torrandell.
El padre, Francisco de Borja Moll, fue un gigante de la cultura catalana del siglo XX. Colaborador y continuador de la labor de Antoni Maria Alcover, debemos a Moll la existencia de monumentos de la lengua catalana como el Diccionario Català-Valencià-Balear (conocido precisamente como el Alcover-Moll) o la edición de las Fábulas mallorquinas recogidas por Alcover. Con el objetivo de sacar adelante la publicación de estas grandes obras fundó la editorial Moll, que se convirtió en un sello de referencia en los años más negros de la negra dictadura de Franco. Además del Diccionario y las Fábulas, Moll se convirtió pronto en una refinada editorial literaria, con un catálogo donde tenían cabida desde Llorenç Villalonga, Joan Fuster y Salvador Espriu hasta Thomas Mann y John Keats. Las llamadas generaciones literarias de los cincuenta y los setenta (Blai Bonet, Josep M. Llompart, Jaime Vidal Alcover, Mariano Villangómez, Lorenzo Moyà, Miguel Ángel Riera, Baltasar Porcel, Antonia Vicens, Guillem Frontera o María Antonia Oliver, Gabriel Janer Manila) se produjeron. Sin estos autores y sus aportaciones, no se explica la literatura catalana actual. Probablemente no existiría; seguro que no existiría tal y como la conocemos.
Si Francesc Moll padre quiso continuar la labor de Antoni M. Alcover, Francesc Moll hijo decidió ser el continuador de la tarea de su padre, siguiendo su ejemplo de compromiso, pulcritud y exigencia. Añadió a las líneas de la editorial su interés por la naturaleza, con bellas ediciones sobre ciencias naturales, excursionismo y senderismo. Moll también fue socio fundador del Grupo de Ornitología Balear, el GOB, la entidad cívica ecologista que ha impedido que el desbarajuste urbanístico en Baleares haya sido aún mucho peor de lo que ha sido, y que ahora tiene más trabajo que nunca, con un Govern decidido a cementarlo y asfaltarlo literalmente todo.
Todos los que tuvimos el honor de trabajar a su lado en un momento u otro somos testigos de ese compromiso total con la lengua y la cultura que tuvo Francesc Moll, de su perseverancia, de su talante y de su visión del mundo progresistas, y de su alergia a cualquier forma de protagonismo. Quizá por eso hay quien no sabe ubicarlo: por eso o porque sufrimos carencia de muelles y un cierto exceso de bocazas.
