Esta joven y su abuela
En el 3/24 hacen un reportaje, extraordinario, sobre los damnificados de la dana. Hay una abuela que da su testimonio, sobrecogedor, lleno de sencillez. "No sé si sabré contarme", dice. Y se sabe contar, cuando explica que le hace coragro entrar en la casa que tenía y que se inundó. A su lado, una chica joven, conmovida, dice: "Es mi abuela valenciana".
Mis abuelos paternos, valencianos ambos, uno de Castellón, la otra de Burriana, me explicaban a menudo que, "con buena voluntad", hubo gente, como ellos, que razonó a los hijos en castellano "para ayudarles a ser ólica". se veía llena de amor y respeto hacia la abuela, es hija de alguien que ya no fue educado en la lengua de la abuela. Quizás sí, pero se emparejó con alguien de fuera y prevaleció la otra lengua. en la estación del tren, una chica, de la edad de ésta que salía en la tele, me hizo una encuesta sobre mis hábitos viajeros. Me dijo: "¿Nos podemos tomar una foto? Es para mis padres, que son muy catalanes". Ella, pues, no. No era "muy" catalana, quizás sólo "un poco".
La lengua es una arista, la más importante, de la transmisión interrumpida a los hijos por parte de mi generación, la anterior y la posterior. La cocina tampoco se ha transmitido; el cocina tampoco se ha transmitido; en toda Italia, en Suiza, no hace falta decir en Francia, los hombres y las mujeres cocinan, catan vino, bailan, tocan instrumentos.