Leemos en el ARA que “Educación rectifica y asegura que no existe una “sobrerepresentación” de alumnado recién llegado a las pruebas PISA”. Ni idea. No tengo ni idea. Pero hablemos, por favor.
No sé qué significa, este titular, ni ganas. Sólo sé que los ordenadores, o los Chromebooks, como queráis decir, han sido el desastre mundial de nuestra civilización. El maestro, la maestra, está delante de unos alumnos a los que no les ve la boca. Sólo los ojos y con suerte. Estos alumnos están jugando en el Fornite o en cualquier otro juego, que es evidente que cualquiera puede descapar el programa capador. Antes, al menos, lo que no hacía caso de las explicaciones académicas "miraba a las moscas". No es exactamente lo mismo. ¿Qué hacemos? ¿Decimos a los padres que el hijo no escucha porque está jugando con el ordenador?
Estudiar en un libro, libro de papel, te hace pensar en página derecha, página izquierda, parte de arriba, parte de abajo. No veo que los alumnos estudien por igual en una página del ordenador. No puedes, tampoco, saber cuántas páginas te quedan, por leer, de la misma manera.
Igualmente, y como ya hemos dicho, hacer un examen tipo test es una simplificación que hace que el estudiante conteste que sí, que no, que rojo, qué verde, sin enrollarse. ¿Un examen de historia, de literatura tipo test? ¿De verdad? Cómo se llama la protagonista de La plaza del Diamante? Colometa, Ratoncita, Suricateta?
Todo el mundo quiere la ficción. En series, en videojuegos. Si no la quiere en libro es porque el formato cuesta más. Cómo conducir. Tienes que poder olvidar el embrague y el freno para poder disfrutar de ir a Francia por carretera. El ordenador en clase es un desastre y alguien debería ponerle remedio.