Pedro Sánchez en una imagen reciente en Bruselas.
30/06/2025
Periodista
2 min

Santos Cerdán podría estar representando (si el condicional acaba siendo sobrante, deberá demostrarlo la justicia) el escandaloso y al mismo tiempo viejo episodio de corrupción económica de cuando alguien ve pasar millones por delante y se cree que ha encontrado la manera de untarse los dedos él, el partido o ambos, hasta que al final lo pillan. De momento, indicios ha sido suficiente para que Pedro Sánchez siga colgando de un hilo. Su criterio eligiendo secretarios de organización es dudoso como mínimo, y si aparecen pruebas sólidas de financiación ilegal, el hilo se romperá.

Hace doble mala pinta para el PSOE, porque a los indicios de corrupción se añaden las genes disimuladas ganas de una parte de la justicia de hacerle pagar a Sánchez los indultos y la amnistía que le han permitido continuar en el poder pese a perder las elecciones. Si en 2017 la orden fue "¡A miedo ellos!", desde 2024 estamos en "Lo que pueda hacer, que haga", y el hecho de que el hombre que este lunes el juez ha enviado a prisión sea el mismo que cerró el acuerdo con Puigdemont en Bruselas para la investidura de Sánchez es el sueño húmedo hecho realidad de los que creen que es mucho peor negociar una investidura en el extranjero con independentistas catalanes que ser corrupto. ~BK_S es el objetivo, pero con la relación que Sánchez tiene con la cúpula judicial, el presidente español ahora ya sabe que lo peor que le puede suceder no es acabar en la oposición sino entre rejas. va camino de prisión", fue el resumen de la situación que formuló el PP. "P'alante", es el grito populista de Ayuso. Entre Cerdán y Ábalos le han puesto la alfombra al PP para que la política en Madrid se llame como la peli de Berlanga: Todos en prisión.

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